El ruso Valery Rozov se entrenó durante dos años para planear desde una altura de 7.220 metros y conseguir así su objetivo.
El deportista extremo ruso Valery Rozov rompió el récord mundial de salto base en el monte Everest. Se lanzó desde 7.220 metros y planeó a una velocidad de 200 km por hora.
El atleta de 48 años se preparó durante dos años para conseguir su objetivo. Y lo consiguió en una fecha simbólica: el día que se cumplieron 60 años desde que Edmund Hillary y Tensing Norgay hicieron cumbre en el Everest, a 8.848 metros.
"Solo cuando volví a casa me di cuenta de lo dura que ha sido para mí esta misión, tanto física como psicológicamente", dijo Rozov, según publicó la agencia Europa Press.