Vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó a mandatarios que su gobierno no cree que el tema amerite un cambio en la política de migración.
Ciudad de México. Excelsior. Estados Unidos anunció que expulsará a miles de menores migrantes que viajaron solos y están detenidos en su territorio.
Durante un encuentro con los presidentes Otto Pérez, de Guatemala, y Salvador Sánchez, de El Salvador, así como con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y autoridades de Honduras, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, aclaró a los gobiernos centroamericanos que no habrá un trato migratorio especial para los niños que ingresan ilegalmente a su país, que ya ha procesado a 47 mil menores de edad desde el pasado primero de octubre.
Los gobiernos centroamericanos reiteraron a Biden “que la solución definitiva” es una reforma migratoria y una reunificación familiar legal para los niños.
El funcionario estadunidense dijo que si bien entienden que la pobreza y la violencia son de las principales causas de la migración, la solución no pasa por que Estados Unidos acepte su ingreso. Anunció que su gobierno aportará a Guatemala 40 millones de dólares para proyectos con niños en riesgo de migración.
Osorio Chong propuso resolver el problema con una visión regional y una campaña de difusión para frenar la migración. Estados Unidos anunció este viernes la apertura de más centros de detención.
Biden comentó que, a juicio estadounidense, las principales causas de este fenómeno migratorio radican en “la pobreza, la inseguridad y ausencia de un Estado de derecho para que la gente pueda permanecer y vivir en plenitud en sus comunidades”.
“La situación que está sucediendo es insostenible e inaceptable (...). Todo el problema de la migración es un problema compartido entre Estados Unidos, México y Centroamérica”, dijo. Exhortó a las autoridades de la región a enfrentar las razones que han provocado el éxodo.
La autoridad anunció el aporte de US$40 millones a Guatemala durante los próximos cinco años para proyectos con niños en riesgo de viajar sin acompañante a su país.
En Washington, un grupo de legisladores propuso aumentar un programa de ayuda a Centroamérica en materia de seguridad, de US$130 millones a US$230 millones, para contener la oleada de inmigrantes indocumentados.
El canciller guatemalteco, Fernando Carrera, reconoció tras el encuentro la “crisis humanitaria” de los niños y jóvenes centroamericanos y anunció que por ello se tomarán medidas para frenar las razones que llevan a ese flujo migratorio.
“Hemos tenido un diálogo franco. El aporte de Honduras fue fundamental, porque dio luz sobre cómo buscar soluciones y servirá de orientación para la acción futura en Centroamérica”, aseguró Carrera.
La canciller hondureña, Mireya Agüero, anunció que su país preparará una reunión internacional, probablemente el 16 y 17 de julio, con la asistencia de los cinco países involucrados, la OEA, oficinas de la ONU sobre derechos humanos, refugiados y la niñez (Unicef), así como organismos no gubernamentales.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez, anunció el inicio de una campaña de concientización sobre los peligros de la migración, en especial con los niños sin acompañante.
No obstante, reconoció “que la solución definitiva” es una reforma migratoria y una reunificación familiar legal.