La capital paulista amaneció con una terminal cerrada y 11 garajes paralizados, mientras que la víspera 14 de las 28 terminales de autobuses fueron bloqueadas, lo cual perjudicó a más de 200.000 pasajeros y provocó atascos de cerca de 200 kilómetros.
Sao Paulo. La huelga de autobuses que comenzó este martes en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, se mantenía hoy, aunque perdió fuerza respecto a la víspera, cuando miles de ciudadanos quedaron sin transporte, informaron fuentes oficiales.
La capital paulista amaneció con una terminal cerrada y 11 garajes paralizados, mientras que la víspera 14 de las 28 terminales de autobuses fueron bloqueadas, lo cual perjudicó a más de 200.000 pasajeros y provocó atascos de cerca de 200 kilómetros.
Los conductores, sin anuncio previo, bloquearon las terminales con sus vehículos el martes por la tarde y obligaron a los pasajeros a abandonar los autobuses a mitad de camino.
A diferencia de ayer, hoy se veían autobuses en circulación por las calles, aunque en algunas zonas el acceso al transporte era más difícil, pues cinco empresas de autobús seguían cerradas, según la empresa municipal Sao Paulo Transportes (SPTrans).
La huelga comenzó el martes después de que los trabajadores rechazaron un acuerdo firmado el lunes entre el sindicato que los representa y los propietarios de las empresas de transporte, por el que les fue concedido un aumento salarial del 10%, frente al reajuste del 30% que exigen.
Esta huelga de autobuses coincide con una paralización anunciada para hoy por los detectives de la Policía Civil de 13 de los 27 estados de Brasil, incluido Sao Paulo.
Ambas paralizaciones se producen a tres semanas del inicio del Mundial de fútbol que se disputará en Brasil del 12 de junio al 13 de julio y cuya proximidad ha sido aprovechada por sindicatos para presionar por sus reivindicaciones laborales.