El avión ATR 72, un bimotor de turbohélice, con 43 personas a bordo, se accidentó a unos 30-35 kilómetros de la ciudad de Tyumen, en Siberia occidental, indicó la portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Irina Andrianova.
Moscú. Al menos 29 personas murieron y 14 fueron rescatadas con vida de un avión accidentado en Siberia, informó el lunes la agencia estatal rusa de noticias Itar-Tass, citando a una funcionaria regional del Ministerio de Situaciones de Emergencia.
El avión ATR 72, un bimotor de turbohélice, con 43 personas a bordo, se accidentó a unos 30-35 kilómetros de la ciudad de Tyumen, en Siberia occidental, indicó la portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Irina Andrianova.
El avión de rango medio de la aerolínea rusa UTair se estrelló después de despegar de Tyumen en un vuelo hacia Surgut, una ciudad petrolera ubicada más al norte en Siberia.
La nave llevaba 39 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, de acuerdo con información preliminar, dijo Andrianova.
Los sobrevivientes heridos fueron trasladados en helicóptero a un hospital después de el avión se incendió tras el accidente, cuya causa no fueron conocidas de inmediato, reportaron las agencias de noticias rusas.
Al menos cinco sobrevivientes estaban en condición crítica, dijo la agencia de noticias estatal RIA, citando a funcionarios de un hospital en Tyumen, ubicada a 1720 kilómetros al este de Moscú.
UTair cuenta con tres naves ATR-72 manufacturadas por el fabricante franco-italiano ATR, según indica el sitio web de la aerolínea.
ATR es una sociedad igualitaria entre los dos principales actores de la aeronáutica en Europa, Alenia Aermacchi -una empresa Finmeccanica- y EADS.
El accidente es el peor desastre aéreo en Rusia desde que un avión Yak-42 se estrelló en la orilla de un río cerca de la ciudad de Yaroslavl tras despegar el 7 de septiembre del 2011, dejando 44 muertos, entre los que se contaban los miembros del equipo de hockey sobre hielo Lokomotiv Yaroslavl.
El presidente ruso, Dmitry Medvedev, abogó por una reducción en el número de aerolíneas rusas y mejoras en la formación de la tripulación después de esa tragedia, que siguió a un accidente en junio que dejó 47 muertos, entre ellos un navegante que había estado bebiendo.