Benedicto XVI, que al igual que su predecesor Juan Pablo II, se opone firmemente a la ordenación de mujeres sacerdotes y describía el matrimonio entre personas del mismo sexo como una amenaza para el futuro de la humanidad.
Ciudad del Vaticano, Reuters. Partidarios de una reforma liberal en la Iglesia católica esperan que el sucesor de Benedicto XVI dé una mayor voz a las mujeres y reconsidere las normas sobre el celibato, el acceso de las mujeres al sacerdocio y permita las parejas del mismo sexo.
Benedicto XVI, que al igual que su predecesor Juan Pablo II, se opone firmemente a la ordenación de mujeres sacerdotes y describía el matrimonio entre personas del mismo sexo como una amenaza para el futuro de la humanidad, dijo el lunes que dimitirá a fines de febrero, la primera renuncia de un papa en 700 años.
La Conferencia para la Ordenación de las Mujeres (WOC), un grupo a favor de las mujeres sacerdote, dijo que la Iglesia estaba pidiendo a gritos un líder que dé a las mujeres un papel más destacado en la toma de decisiones.
"El actual sistema continúa siendo un 'viejo club de hombres' y no permite que la voz de la mujer participe en la decisión sobre el próximo líder de nuestra Iglesia", dijo la directora de WOC Erin Saiz Hanna.
"La gente de la Iglesia está desesperada por un líder que esté abierto al diálogo, que tenga el coraje de crear sistemas que aborden el sexismo, la exclusión y los abusos en nuestra Iglesia", dijo.
WOC dijo que respetaba la decisión de Benedicto XVI de dimitir y que le preocupaba su salud, pero agregó que el pontífice de 85 años había dado "pasos atrás significativos" para las mujeres durante su papado.
El año pasado, el Papa reiteró la prohibición de que las mujeres accedan al sacerdocio y dijo que no toleraría la desobediencia de clérigos respecto a enseñanzas fundamentales.
Bajo su liderazgo, el Vaticano combatió a los defensores de la ordenación de mujeres, sancionó a un cura austriaco, el padre Helmut Schueller, por desafiar el punto de vista sobre las mujeres sacerdote, y cesó al clérigo estadounidense Ray Bourgeois por un activismo similar.
Discusión más amplia. El Vaticano dice que las mujeres no pueden ser ordenadas sacerdote porque Jesucristo voluntariamente eligió sólo hombres como sus apóstoles.
Defensores del sacerdocio femenino rechazan esta posición, alegando que Jesús simplemente se adaptó a las costumbres de su tiempo.
El Vaticano reprendió a un grupo de monjas católicas estadounidenses, Leadership Conference of Women Religious, el año pasado por promover "temas radicales femeninos" y expresar posiciones en asuntos políticos que diferían a veces del punto de vista que tenían los obispos estadounidenses.
Grupos liberales dijeron que era hora de ampliar la discusión en la Iglesia y compartir el poder de forma más amplia.
"La Iglesia católica necesita un Papa que no siempre decida todo por sí mismo en solitario", dijo el movimiento austriaco We Are Church (Somos iglesia), añadiendo que el próximo papa debería dar más responsabilidades a las iglesias locales y obispos.
El grupo pidió el "total reconocimiento" de las parejas del mismo sexo, la relajación de las normas de celibato, y permitir el acceso a más puestos de la Iglesia a mujeres y católicos laicos.