Pocas horas después de que Lonmin acordara aumentos salariales de hasta 22% con los mineros, los trabajadores de yacimientos cercanos también pidieron incrementos en sus sueldos.
La policía sudafricana disparó el miércoles gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a manifestantes cerca de una mina del mayor productor mundial de platino, Anglo American Platinum, en una propagación de los disturbios después de que los huelguistas de Lonmin lograran grandes aumentos salariales.
Pocas horas después de que Lonmin acordara aumentos salariales de hasta 22% con los mineros, los trabajadores de yacimientos cercanos también pidieron incrementos en sus sueldos, anunciando más problemas en el sector tras seis semanas de violentas protestas que cobraron la vida de 45 personas y que sacudieron la economía sudafricana.
"Queremos reunirnos ahora con la administración (de la mina)", dijo a Reuters uno de los organizadores de la manifestación, miembro de la Asociación de la Minería y la Construcción, AMCU, en la mina Impala Platinum, el segundo mayor productor de platino del mundo.
Los radiantes trabajadores de la mina Marikana de Lonmin, ubicada a unos 100 kilómetros al noroeste de Johannesburgo, calificaron el acuerdo como una victoria para la AMCU sobre la más poderosa Unión Nacional de Mineros (NUM), aliada del gobernante partido Congreso Nacional Africano (CNA).
El presidente Jacob Zuma expresó su alivio por el acuerdo salarial tras las intensas críticas de la oposición y de los medios de comunicación por el manejo gubernamental de la crisis, que tuvo su clímax con la muerte de 34 mineros de Marikana por parte de la policía el 16 de agosto.
El tiroteo, el incidente más sangriento en materia de seguridad en los 18 años de historia democrática de Sudáfrica, impulsó una campaña contra Zuma que dividió el CNA, a pesar de que el mandatario sigue siendo el favorito para ganar las elecciones por el liderazgo interno del partido en diciembre.
Las acciones de Lonmin subieron más de 9% en las primeras operaciones con la noticia del acuerdo salarial, pero cedieron la mayor parte de esas ganancias por los costos adicionales de una empresa que lucha con un balance inestable y con pozos mineros que no son rentables.