Desde el pasado lunes, la red de sismógrafos del IG registró un aumento en el número de sismos leves de "largo periodo", relacionados con el movimiento de fluidos al interior del edificio volcánico.
Quito. Tras cuatro meses de calma, se ha detectado un paulatino incremento de la actividad en el volcán Tungurahua, en el centro de los Andes de Ecuador, lo que podría dar lugar a un nuevo periodo eruptivo, según informó este jueves el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
Desde el pasado lunes, la red de sismógrafos del IG registró un aumento en el número de sismos leves de "largo periodo", relacionados con el movimiento de fluidos al interior del edificio volcánico.
Asimismo, el martes se registró un sismo relacionado con la ruptura interna de rocas (vulcano tectónico) y el miércoles una explosión de pequeña magnitud.
En los últimos cuatro días, el IG ha detectado 103 sismos leves de "largo periodo" en el Tungurahua, cuyo actual proceso eruptivo empezó en 1999 y que desde entonces ha intercalado periodos de alta actividad con lapsos de relativa calma.
El informe especial del IG advierte además de un incremento en las mediciones de dióxido de azufre (SO2), así como de pequeñas emisiones de gases y vapor de agua, poco energéticas, que han alcanzado los 300 metros de altura sobre la cumbre.
Este día se ha observado una "pluma" continua de gas que ha ascendido hasta unos 150 metros sobre el cráter y que por el viento se dirige hacia el este.
Además, se ha detectado un proceso de inflación en el flanco norte del volcán, según las lecturas de aparatos que miden la deformación de la montaña.
"Estos cambios en el comportamiento del volcán pueden corresponder al inicio de un nuevo periodo de actividad eruptiva" que, en caso de concretarse, podría derivar en dos escenarios posibles, señala el informe especial del IG.
El primero de los escenarios, considerado como "más probable", sugiere la posibilidad de "una explosión inicial importante", la emisión de nubes de ceniza que se dispersarían según la dirección y velocidad del viento y la probable ocurrencia de "flujos piroclásticos" o salida de rocas incandescentes.
Este tipo de comportamiento ya se registró durante el pulso eruptivo de febrero del año pasado, recordó el IG.
Otro escenario, "menos probable", podría iniciar con una actividad gradual, acompañada de explosiones esporádicas que irían ganando en frecuencia y magnitud, como ya se presentó en marzo de 2013.
Entre julio y octubre del año pasado, el Tungurahua registró su último periodo de alta actividad con la presencia de explosiones, emisiones de ceniza y pequeños flujos piroclásticos en la fase inicial.
El IG recordó que esos eventos "se presentaron sin señales premonitorias", aunque el permanente control del volcán permitió evitar problemas con la población.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altura, se encuentra en el centro de los Andes ecuatorianos y domina una rica zona agrícola y turística.
Situado a unos 180 kilómetros al sur de Quito, el Tungurahua forma parte del más de medio centenar de volcanes que hay en Ecuador y junto al Reventador y al Sangay es, actualmente, uno de los más activos.