El destino del proyecto, junto al sueño independentista palestino, depende del curso de las conversaciones de paz con Israel. Sería construido bien por debajo del nivel del mar sobre tierras desiertas llanas al norte del Mar Muerto, que actualmente controlan los israelíes.
Valle del Jordán, Cisjordania. Ingenieros de la ocupada Cisjordania tienen planes de convertir una franja de desierto del Valle del Jordán en un aeropuerto donde esperan que algún día aterricen los visitantes de un futuro Estado palestino.
El destino del proyecto, junto al sueño independentista palestino, depende del curso de las conversaciones de paz con Israel. Sería construido bien por debajo del nivel del mar sobre tierras desiertas llanas al norte del Mar Muerto, que actualmente controlan los israelíes.
El escepticismo abunda, incluso a medida que Estados Unidos busca revivir el "proceso de paz" de 17 años de antigüedad destinado a crear un Estado para los palestinos sobre tierras ocupadas junto a Israel.
Los planos del Aeropuerto Internacional de Palestina son parte de la campaña del primer ministro Salam Fayyad para acercar a los palestinos a ese objetivo el año que viene.
Con un costo de US$462 millones, el aeropuerto es uno de los elementos más ambiciosos del plan Fayyad, un programa de obras públicas que ha ganado elogios de los donantes occidentales de la Autoridad Palestina.
Podría ser construido en dos años, dijo Mohamad Jaradat, diseñador del aeropuerto y director de la Autoridad Palestina de Aviación.
Las instalaciones de una sola terminal "serán uno de los pilares del estado", dijo Jaradat, quien ha ayudado a construir aeropuertos en Kuala Lumpur, Bahrein, Kuwait y Omán.
En el lugar hay pocos signos de actividad. Camellos deambulan por el paisaje escarpado y soldados israelíes disparan a blancos durante un ejercicio de entrenamiento.
Los palestinos han pedido permiso a Israel para comenzar las obras. Hasta ahora no ha sido concedido.
Por ahora el proceso de paz no parece tener futuro.
Las conversaciones respaldadas por Estados Unidos han estado estancadas a raíz de la disputa por la expansión de asentamientos judíos en Cisjordania. Hay un pesimismo generalizado en cuanto a que los prospectos de un acuerdo terminen el conflicto mediante la creación de un Estado palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza.
¿Deja vu? Reflejando una sensación de propósito infundido por el proyecto obras públicas de Fayyad, el ministro de Transporte palestino dice que avanzará con la construcción del aeropuerto el año próximo, con o sin el permiso israelí.
La promesa parece vacía. El sitio propuesto para la construcción está en la parte de Cisjordania que, según los acuerdos interinos de paz, está bajo el control total de Israel. Conocido como Area C, la zona representa un 60% de Cisjordania.
Las restricciones en el Area C son un gran obstáculo para el plan de Fayyad y el desarrollo palestino en general.
Con la ayuda de aliados occidentales, Fayyad, un ex economista del Banco Mundial, ha sido capaz de reformar los ministerios y los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina y mejorar las carreteras. Pero no ha podido construir los parques industriales y vías también previstos en su plan.
Para los palestinos, las versiones de un nuevo aeropuerto evocan una sensación de dejavú. Durante una racha de obras públicas en la década de 1990, en la era del difundo líder Yasser Arafat, los palestinos construyeron un aeropuerto internacional en la Franja de Gaza.
El entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, fue el visitante más destacado en aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Gaza, inaugurado con gran fanfarria en 1998. La Autoridad Palestina fundó una línea de bandera, Aerolíneas Palestinas. El optimismo giraba en torno al proceso de paz.
El aeropuerto internacional de Gaza está hoy en ruinas, un símbolo de la caída del proceso de paz cuando la diplomacia de Clinton llegó a un callejón sin salida hace una década. Gran parte de la violencia de la Intifada palestina disminuyó hace unos cinco años.
Hoy, pocos palestinos son capaces de viajar desde la Franja de Gaza, que ha estado gobernada por el grupo islamista Hamas desde el 2007.
La mayoría de los que viajan lo hacen mediante el cruce de Rafah hacia Egipto, un viaje que consume mucho tiempo e implica una complicada coordinación con las autoridades egipcias. Los palestinos que viajan desde Cisjordania lo hacen en su mayoría a través de Jordania, pasando una terminal de inmigración en el Valle del Jordán controlado por Israel.
En un mal día, con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados, los trámites para cruzar el Puente Allenby que se extiende a ambos lados del Río Jordán pueden tomar horas.
"La gente está ansiosa de contar con un aeropuerto propio", afirmó Jaradat.