Con una magnitud de 8,1 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo derrumbó un hotel, tiró paredes, rompió vidrios y cortó el suministro eléctrico en zonas del país.
Ciudad de México. Un potente terremoto azotó México el jueves por la noche, y dejó al menos ocho muertos y daños en algunos edificios y viviendas, pero sin generar mayor destrucción, dijeron las autoridades.
Con una magnitud de 8,1 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el sismo fue el más fuerte en tres décadas y derrumbó un hotel, tiró paredes, rompió vidrios y cortó el suministro eléctrico en zonas del país.
Cuatro personas murieron en el estado de Chiapas, el más cercano al epicentro y el más afectado por el movimiento, y dos niños fallecieron en el estado de Tabasco, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.
“He estado en algunos temblores pero este es el más fuerte que he sentido”, dijo Rachel Spector, originaria de San Francisco y que vive ahora en una céntrica colonia de la Ciudad de México.
Un hotel se vino abajo en una localidad del estado de Oaxaca y se reportaban algunos heridos, dijo el gobernador del estado, Alejandro Murat, que recordó tener precaución con el tsunami con olas de 0,7 metros que se desataron por el movimiento telúrico.
El sismo tuvo la misma magnitud que el devastador terremoto que en septiembre de 1985 golpeó a la Ciudad de México y dejó miles de muertos. En la madrugada del viernes ya se habían registrado más de 60 réplicas.
“Estamos en alerta, estamos atentos y haciendo una valoración completa que puede tardar días”, dijo Peña Nieto, advirtiendo que podría haber una réplica fuerte en el lapso de 24 horas de ocurrido el terremoto.
Habitantes en la capital salieron corriendo a las calles, según testigos de Reuters, pero las autoridades dijeron que sólo cayeron unas bardas y se cortó la electricidad en algunas zonas. Algunas personas fueron atendidas por crisis nerviosas.
“No había estado nunca donde la tierra se movía mucho. Al principio me reí pero cuando las luces se apagaron no supe qué hacer”, dijo Luis Carlos Briceño, un arquitecto de 31 que visitaba la capital, donde los edificios se sacudieron por varios minutos.
Aunque el epicentro del terremoto se ubicó en el mar 123 kilómetros al suroeste de la ciudad de Pijijiapan y a una profundidad de 33 kilómetros, se sintió en una región de 50 millones de habitantes que abarca varios estados, de acuerdo con el presidente, e incluso en otros países de Centroamérica.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico confirmó que el sismo desató un pequeño maremoto en México.
“El riesgo de tsunami en las costas de Chiapas no representa un riesgo mayor”, dijo Peña Nieto a la cadena local Foro TV.
“Más preocupan las réplicas”, agregó más tarde en un informe televisado.
En Ecuador, autoridades evacuaban a la población cercana a la costa en las cuatros islas habitadas del archipiélago de Galápagos, ante la esperada llegada de olas de hasta un metro.
Las clases del viernes fueron suspendidas en las escuelas de la Ciudad de México y en los estados de Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Tabasco, Guerrero, México, Chiapas, Tlaxcala, Veracruz y Morelos para descartar daños en la infraestructura.
Y la petrolera estatal Pemex suspendió temporalmente y de forma preventiva las operaciones en su refinería de Salina Cruz en Oaxaca para evaluar posibles daños.