Tras el terremoto de 8,9 grados Richter registrado en Japón este viernes, una alerta de maremoto se difundió para los países en la cuenca del Pacífico. Las marejadas, sin embargo, fueron mucho más pequeñas de lo esperado desde las costas de México hasta las de Chile.
México DF. Un tsunami más débil de lo esperado atravesó este viernes las islas de Pascua y Galápagos sin provocar daños importantes, y avanzó por el Pacífico hacia Latinoamérica después de que las autoridades cerraran puertos y evacuaran poblados por su amenaza.
El maremoto fue provocado por un sismo de magnitud 8,9 en la costa noreste de Japón -el más intenso en casi un siglo y medio- y arrasó con campos, casas y autos en la isla asiática. Los desastres podrían haber cobrado la vida de 1.000 personas.
Las alertas de tsunami se extendieron por toda la costa latinoamericana del Pacífico desde México hasta Chile y llegaron a ser pronosticadas olas de hasta tres metros de altura.
Pero las primeras marejadas fueron mucho más pequeñas de lo esperado en las costas de México, en la chilena Isla de Pascua y en las islas ecuatorianas de Galápagos, lugar donde se registraron pequeñas inundaciones.
La localidad mexicana de Ensenada, en Baja California, fue la primera en recibir el leve embate del maremoto. El oleaje no superó el nivel de la marea alta, dijo el presidente Felipe Calderón en su cuenta de Twitter.
"Fue 70 centímetros el incremento máximo y ya va en descenso", comentó el contralmirante José Luis Vergara, portavoz de la Marina, en una conferencia de prensa.
A pesar de todo, la suspensión de la navegación se mantuvo por largas horas en costas mexicanas. Todos los puertos mexicanos del Pacífico estuvieron cerrados, incluyendo la pequeña terminal petrolera de Salina Cruz y las de carga Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
Evacuaciones en Chile. Donde los especialistas esperaban el mayor impacto era en Chile, el mayor productor de cobre del mundo.
Sin embargo, la ola -que avanza a 800 kilómetros por hora- pasó sin mayores consecuencias por la Isla de Pascua, ubicada en medio del Pacífico y famosa por sus gigantescas estatuas Moai. Unos 4.500 pobladores habían sido evacuados a zonas altas.
El maremoto fue casi imperceptible por las autoridades y los pobladores del territorio insular, pero los chilenos no cantaban victoria porque no descartaban que siguieran llegando olas al territorio continental.
Y en efecto, las 04.00 de la madrugada de Chile, se apreciaron marejadas parciales en la comunidad de Dichato principalmente, donde ingresó agua de mar por un río, aunque no causó mayores daños a la población que se encontraba en refugios.
El gobierno en tanto, mantenía oficialmente el estado de "alarma" como medida de precaución.
Más temprano, muchos chilenos en el balneario de Viña del Mar hicieron fila con sus autos en las carreteras que conducían a las zonas altas de la ciudad balnearia.
"Se ha modificado la estimación del tamaño máximo de las olas, pasando de 2 a 3 metros, lo que coloca los posibles efectos del terremoto de Japón como más fuertes sobre nuestras costas", dijo durante la tarde el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
La minera estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, más temprano el viernes detuvo los embarques y ordenó a los barcos salir a mar abierto en una medida preventiva. La empresa espera un retraso marginal en sus envíos.
Pequeño efecto en Ecuador. En tanto, las marejadas dejaron pequeñas inundaciones en las islas ecuatorianas Galápagos, sin provocar grandes daños.
El presidente Rafael Correa, que relató en vivo el paso del maremoto por Galápagos, estableció el estado de emergencia y envió miles de policías y militares para evacuar las zonas costeras. Las islas también habían sido desalojadas.
Ni las famosas tortugas gigantes de la isla eludieron las evacuaciones hacia tierras altas. Entre ellas, el solitario Jorge, que se cree es el último ejemplar de la subespecie Tortuga de la Isla Abingdon del mundo.
La estatal Petroecuador declaró la fuerza mayor en las exportaciones de crudo del país miembro de OPEP, como una medida precautoria ante la amenaza del tsunami.
Las exportaciones petroleras podrían normalizarse este sábado si el maremoto no produce mayores inconvenientes.
Un muerto en Perú. En el vecino Perú, las autoridades cerraron todos los puertos, entre ellos el de El Callao, donde se embarca la mayoría de exportaciones mineras del país.
Según reportes de la policía local, un pescador murió cuando trataba de ver el tsunami al caer y golpearse con las rocas de la playa San Bartolo al sur de Lima.
En tanto, en Centroamérica, donde la mayoría de los países son castigados por huracanes e inundaciones frecuentemente y sufren de una extendida pobreza, Honduras evacuó a unas 18.000 personas que viven a orillas del Pacífico y en islas frente a la costa.