Parlamentario es uno de los 1.058 preseleccionados por la fundación Mars One que podrían establecer la primera colonia humana en el planeta rojo.
Ciudad de México. Excelsior. Aunque la posibilidad de volver a la Tierra es nula, existe la pequeña posibilidad de que un parlamentario mexicano forme parte de la primera colonia humana en Marte el año 2025. Andrés Eloy Martínez, actual diputado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), es un aficionado divulgador de la ciencia y astrónomo por vocación.
Todo eso junto hace que forme parte de los 1.058 seleccionados por la fundación holandesa Mars One para ser colonos en el planeta rojo. De este grupo de candidatos se elegirán entre 24 y 40 para la primera misión.
Mars One se define como “una fundación sin fines de lucro que establecerá un asentamiento humano permanente en Marte”. Según su página web, la fundación considera que ya existe la tecnología necesaria para la vida en este planeta.
“Es un proyecto ambicioso que va a requerir todas las habilidades científicas y tecnológicas disponibles. Todos los pasos tienen que darse con una precisión matemática. No lo veo descabellado, quizás podría sufrir algún retraso dada la magnitud del reto, pero no es imposible”, dijo Martínez en una entrevista con la prensa.
El 22 de abril de 2013, Mars One lanzó una convocatoria abierta a todo el mundo para encontrar a sus astronautas. Los aspirantes tenían que enviar un video explicando sus motivaciones y por qué creían que eran los mejores candidatos para la misión.
Además de la política y la astronomía, el diputado se dedica a colaborar en varios medios de comunicación mexicanos haciendo periodismo científico. Confiesa que su gusto por la ciencia viene desde la infancia.
“Empecé coleccionando insectos y ya de adolescente cambié a la astronomía cuando me regalaron un telescopio y un libro. Donde yo vivía gozaba de cielos despejados para poder identificar constelaciones, y fue así como me comencé a interesar, observando el cielo y leyendo mucho para saber qué era lo que veía”, señala.
Su afición dio frutos en 2006, cuando la Unión Astronómica Internacional, la única con la facultad de nombrar cuerpos celestes, aprobó su propuesta de nombrar a un cráter ubicado en el polo norte de Marte como “Jojutla”.
Para la académica de la Universidad Iberoamericana, Lorena Arias, a pesar del entusiasmo de Mars One y de quienes han ido pasando etapas para formar ese grupo de extraños privilegiados, "el viaje todavía no es viable. Esto suena más bien a un negocio planeado”, ha dicho.
“No hay posibilidad alguna hoy ni desde el punto de vista tecnológico, ni para realizar el viaje, ni para establecer la colonia, ni mucho menos para la supervivencia. Por eso ni la NASA ni los científicos serios se han pronunciado al respecto”, apunta la maestra en ciencias.
La académica reconoce que las investigaciones en Marte sí tienen un interés científico, sobre todo para determinar si hubo vida anteriormente en el planeta, y confiesa que quisiera que le “tocara dentro de algunas décadas ver realmente al hombre llegar a Marte”.
Por su parte, Andrés Martínez ve en esta misión una oportunidad para construir una sociedad menos desigual y más justa, con una sola unidad política.
“Creo que Marte puede ser una oportunidad para demostrar que los seres humanos sí podemos vivir juntos y avanzar en la colonización del espacio. Con Marte no terminaría la conquista humana del universo, sería seguir adelante en lo que ha sido la evolución de la humanidad”, reflexiona.