Opositores al gobierno convocaron una protesta masiva para demandar un cambio democrático y empleo, pero la mayoría de los residentes se mantuvieron alejados y miles de policías anti disturbios fueron trasladados a la capital para reforzar la prohibición de manifestarse.
Argel. Unas 50 personas gritaban este sábado eslóganes contra el gobierno en una plaza de la capital argelina, pero estaban rodeados por cientos de policías que trataban de contener cualquier intento por iniciar una revuelta al estilo egipcio.
Opositores al gobierno convocaron una protesta masiva para demandar un cambio democrático y empleo, pero la mayoría de los residentes se mantuvieron alejados y miles de policías anti disturbios fueron trasladados a la capital para reforzar la prohibición de manifestarse.
"Lamento decir que el gobierno ha desplegado una enorme fuerza para prevenir una manifestación pacífica. Esto no es bueno para la imagen de Argelia", dijo Mustafa Bouchachi, líder de la Liga de Derechos Humanos que colabora en la organización de la protesta.
Un pequeño grupo de manifestantes en la plaza del 1 de mayo, cerca del centro de Argel, gritaba "¡Fuera Bouteflika!" - en referencia al presidente argelino - y mostraban copias de una portada de un periódico en la que se leía el titular "Mubarak ha caído".
La dimisión del presidente egipcio Hosni Mubarak y el derrocamiento el mes pasado del líder tunecino han sacudido al mundo árabe y llevaron a muchos a preguntarse qué país podría ser el siguiente en una región donde la mezcla de gobierno autoritario e ira popular es explosiva.
Una revuelta generalizada en Argelia podría tener consecuencias en la economía mundial porque es un importante exportador de gas y petróleo.
Sin embargo, muchos analistas dicen que es poco probable que se produzca, puesto que el gobierno puede utilizar su riqueza energética para resolver la mayoría de las quejas.