Según la Defensa Civil, las lluvias y los deslizamientos de tierras de la madrugada del miércoles sepultaron cientos de viviendas.
Brasilia. El número de muertos por las lluvias que castigaron esta semana la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro se elevó a 611, según el primer boletín divulgado hoy por la Defensa Civil, en el quinto día de búsquedas y cuando se prevén nuevos chaparrones.
Pese a que algunos grupos de socorristas trabajaron durante toda la madrugada en las ciudades de Nueva Friburgo y Teresópolis, en las últimas doce horas apenas fue encontrado un cadáver.
Según la Defensa Civil, las lluvias y, principalmente, los deslizamientos de tierras de la madrugada del miércoles, que sepultaron cientos de viviendas construidas en las faldas de las montañas, provocaron 274 muertes en la ciudad de Nueva Friburgo, 263 en Teresópolis, 55 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.
El mismo boletín indica que al menos 6.050 personas perdieron sus viviendas y que otras 7.780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas en áreas de riesgo.
Pese a que las autoridades carecen de cifras concretas de desaparecidos, una central montada en Teresópolis registró denuncias de familias que buscan a 88 personas y un puesto en Petrópolis elaboró una lista de otras 36 que no han sido localizadas por sus parientes.
Los trabajos de rescate, que fueron reforzados el domingo por 500 miembros de las Fuerzas Armadas, están concentrados ahora en áreas que se encontraban aisladas y bloqueadas por toneladas de tierra, piedra y lodo que se deslizaron de las montañas.
Las autoridades también concentran sus esfuerzos en restablecer todos los servicios públicos debido a que numerosas áreas continúan sin suministro de energía eléctrica, agua y telefonía.
Otra de las tareas prioritarias es la identificación y el entierro de las víctimas, algunas en avanzado estado de descomposición tras cinco días.
Mientras que un juez de Nueva Friburgo ordenó el entierro de todos los cuerpos aún no reconocidos tras ser sometidos a los respectivos procedimientos de identificación, las autoridades de Teresópolis optaron por preservarlos en camiones con refrigeración a la espera de que aparezcan familiares para reclamarlos.
Tras las lluvias registradas el sábado en Nueva Friburgo y Teresópolis, una de las cuales provocó un deslizamiento en una carretera por la que transitaba el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, los meteorólogos prevén nuevos chaparrones en la tarde de este domingo.
Según el gobernador, las tareas de rescate, en las que participan cerca de 1.500 bomberos y 500 militares, cuentan con el apoyo de 30 aeronaves cedidas por organismos regionales y federales, y que están siendo utilizadas para trasladar a socorristas y heridos, y para rescatar a personas aisladas.
La principal base para los helicópteros operados por militares fue improvisada en la Granja Comary, el campo de entrenamientos de la selección brasileña de fútbol en Teresópolis.
Ante la tragedia, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, declaró tres días de luto nacional, y Cabral decretó siete días de duelo a partir del lunes.