El cuerpo de Cícero Guedes fue encontrado en una carretera rural en el municipio de Campos de Goytacazes, en el norte del estado de Río de Janeiro, con heridas de bala en la cabeza.
El agricultor Cícero Guedes, de 43 años y considerado como uno de los principales dirigentes del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en el estado brasileño de Río de Janeiro, fue asesinado a tiros la madrugada del viernes al sábado, informó este sábado la organización.
El cuerpo de Guedes fue encontrado en una carretera rural en el municipio de Campos de Goytacazes, en el norte del estado de Río de Janeiro, con heridas de bala en la cabeza.
El cadáver estaba próximo al Asentamiento Oziel Alvez, un campamento del MST del que era el principal coordinador.
Guedes, que tenía seis hijos, fue visto por última vez en la noche de este viernes cuando salía de bicicleta de dicho asentamiento, en donde están concentradas las familias del MST que ocuparon la Usina Cambahyba, un ingenio azucarero desactivado compuesto por siete haciendas y con 3.500 hectáreas de extensión.
La organización campesina ocupó la propiedad rural tras ser declarada como improductiva para presionar al Gobierno a expropiarla e incluirla en los programas de reforma agraria.
Pese a que había sido beneficiado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (Incra) en 2002 con un lote de tierra en el asentamiento Zumbi dos Palmares, también en Campos de Goytacazes y en el que cultivaba banana y leguminosas, Guedes se mantuvo activo como militante de los Sin Tierra.
Guedes lideraba a las familias que esperaban la expropiación de la Usina Cambahyba.
El MST aseguró que Guedes era considerado como una referencia en conocimiento agroecológico por las técnicas que utilizaba en su lote tanto por los militantes de la organización como por estudiantes y profesores de la Universidad del Norte Fluminense con los que colaboraba.
En un comunicado, el movimiento afirmó que "la muerte del compañero Cícero es resultado de la violencia del latifundio, de la impunidad de las muertes de los Sin Tierra y de la lentitud del Incra para asentar las familias y poner en marcha la reforma agraria", y exigió que "los culpables sean capturados, juzgados y condenados".
Según las estadísticas de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en 2011 se registraron 29 muertes por disputas de tierra en Brasil, aunque el número de conflictos por tierras, por el acceso al agua o por el trabajo forzado rural pasó de 1.186 en 2010 a 1.363 en 2011 y el número de campesinos amenazados de muerte subió de 125 a 347 en el mismo período.