La advertencia de tsunami fue levantada poco después del terremoto de magnitud 7,1 grados escala Richter que se produjo este jueves cerca de las costas del noreste de Japón. No se notificaran nuevos daños en la planta de Fukushima Daiichi a raíz de terremoto del jueves.
La agencia metereológica japonesa levantó la alerta de tsunami tras el terremoto de magnitud 7,1 grados escala Richter que se produjo este jueves cerca de las costas del noreste de Japón. Tras ello, las autoridades habían llamado a las personas que viven en las costas de la prefectura de Miyagi a que evacuaran hacia lugares más elevados.
La advertencia de tsunami fue levantada poco después del terremoto, dijo la televisión estatal NHK sin que se notificaran nuevos daños en la planta de Fukushima Daiichi a raíz de terremoto del jueves.
Los trabajadores que tratan de recuperar el control de las instalaciones fueron evacuados y no había noticias de heridos.
Grandes áreas del norte de Japón, cuyas infraestructuras resultaron dañadas tras el terremoto y maremoto del 11 de marzo, se quedaron sin luz tras la última réplica, la más grande desde entonces. En la capital, los edificios temblaron.
"Empezó como algo sin importancia, luego el edificio se movió mucho", dijo un testigo de Reuters.
Según citó a la policía la cadena pública NHK, siete personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
El desastre del marzo - que causó unos 28.000 muertos o desaparecidos - ha alterado el funcionamiento de la industria y de las cadenas de suministro en todo el mundo, pero no estaba claro si la réplica del jueves tendría consecuencias.
Peor accidente en 25 años. El peor accidente nuclear en 25 años está alarmando a las naciones vecinas, que temen ser afectadas por la radiación de la central. Además, la crisis está ahuyentando a los turistas en plena temporada alta y obligando a Japón a buscar cómo reducir el consumo de electricidad.
Estados Unidos, el país con mayor cantidad de reactores del mundo, está preocupado por las consecuencias del accidente nuclear en Japón, en especial en una planta similar a la de Fukushima.
Los ingenieros, que sellaron esta semana una fuga que filtró agua altamente radiactiva al mar, están inyectando nitrógeno en el reactor para evitar el riesgo de una explosión de hidrógeno y quieren hacer lo mismo en otros dos reactores.
Tokyo Electric Power Co (Tepco), el operador de la central, dijo en la noche del jueves que no esperaba tener que verter más agua contaminada al mar después del sábado.
Más temprano, Tepco dijo que la posibilidad de que se repitieran las explosiones de gas que dañaron dos reactores en los primeros días de la crisis era "extremadamente pequeña".
Pero mientras los ingenieros afrontan múltiples crisis, algunas de ellas resultado de sus intentos por enfriar los reactores, las autoridades japonesas admitieron que podrían tardar meses en controlar los reactores y años en limpiar el desastre causado por la central atómica situada a 240 kilómetros al norte de Tokio.
"Los datos muestran que los reactores están en condición estable, pero todavía no estamos fuera de peligro", dijo a periodistas el jefe del gabinete, Yukio Edano.
El gobierno estableció una zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a la planta, prohibió la pesca a lo largo de gran parte de la costa nororiental y creó centros de evacuación para decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares tras la crisis.
Rastros de material radiactivo fueron detectados en el aire en 22 provincias chinas, pero las cantidades no representan una amenaza para la salud o el medio ambiente, dijo la agencia estatal de noticias local Xinhua.
El Ministerio chino de Sanidad había reportado rastros de radiactividad en espinacas en tres provincias del país.
En Corea del Sur, algunas escuelas cerraron porque los padres estaban preocupados de que la lluvia pudiera ser tóxica.
"Hoy enviamos una comunicación oficial diciendo que las escuelas debían intentar evitar las actividades al aire libre", dijo un funcionario del sistema de educación surcoreano.
La agencia de seguridad nuclear de Corea del Sur reportó pequeños niveles de yodo radiactivo y partículas de cesio en la lluvia, pero dijo que no era suficiente para representar una amenaza para la salud.
Se prevé que las pocas escuelas que cerraron reabran el viernes, cuando pare de llover.
* Con información de Reuters y Emol.