Las noticias de que el Zika ha sido detectado en muestras de sangre, saliva y otros fluidos corporales de pacientes infectados con el virus no harían mucho por reducir el entusiasmo de un festival conocido por sus encuentros sexuales casuales.
Río de Janeiro. Millones de brasileños inundaron las calles el fin de semana para celebrar el Carnaval, uno de los eventos más esperados del año en el país, pese a que se declaró un alerta sanitaria provocada por el virus de Zika.
Las procesiones callejeras, fiestas y desfiles trasmitidos por televisión, que son el plato fuerte del festival, ganaron fuerza el domingo, pese a que funcionarios de salud continúan enfrentando un brote que habría infectado a hasta 1,5 millones de personas y podría estar vinculado a malformaciones en más 4.000 bebes y fetos.
"Es una cosa más de qué preocuparse", dijo Juliana Araujo, una maestra de escuela de 48 años que asistió a una fiesta en Río de Janeiro, donde otros temas, como la recesión económica y los procedimientos para un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, parecían preocupaciones distantes.
Las noticias de que el Zika ha sido detectado en muestras de sangre, saliva y otros fluidos corporales de pacientes infectados con el virus no harían mucho por reducir el entusiasmo de un festival conocido por sus encuentros sexuales casuales.
Más de un millón de personas salieron a las calles en Río de Janeiro, el corazón de las celebraciones del Carnaval, y capitales del noreste del país como Salvador y Recife, dos ciudades fuertemente afectadas por el brote de Zika.
Entre los disfraces más excéntricos figuraban hombres vestidos como mosquitos que departían con otros asistentes y llevaban las palabras "Zika," "dengue" y "chikungunya" en el pecho.
Un instituto de salud local dijo el viernes que el Zika fue detectado en muestras de saliva y orina de dos pacientes infectados con el virus y anunció que se necesitan más estudios para determinar si esos fluidos pueden transmitir la infección.