Una red internacional de terroristas planeó y perpetró el atentado el 22 de marzo de 2016 en la capital belga. Algunos murieron o están encarcelados. Del resto no hay pistas.
Varios días después del atentado en Bruselas, ya estaba claro quiénes eran los terroristas: Najim Laachraoui e Ibrahim El Bakraoui. Laachraoui, según las investigaciones, se alistó a la milicia terrorista Estado Islámico en 2013 y en septiembre de 2015 compartió auto con el presunto terrorista del atentado en París, Salah Abdeslam. Ambos cruzaron la frontera húngara hasta Francia, donde el 13 de noviembre fueron asesinadas 130 personas.
Los hermanos Bakraoui. Ibrahim El Bakraoui no era un desconocido para la Policía belga. Estuvo cuatro años en prisión por robo a mano armada y matar a tiros a un policía. Tras su puesta en libertad en 2014, desapareció del mapa. En junio de 2015 fue detenido por la Policía turca en la frontera con Siria y lo trasladaron a Ámsterdam. Ninguna autoridad dio la voz de alarma aunque era altamente sospechoso.
El hermano joven de Ibrahim, Khalid, también empezó a ser vigilado por la Policía francesa tras el atentado en la capital. Supuestamente, alquiló una casa en Charleoi, Bélgica, para el grupo terrorista de París. Su búsqueda no tuvo éxito, lo que le permitió atentar de nuevo el 22 de marzo en Bruselas. Según las investigaciones, él fue el encargado de hacer estallar la bomba en el metro y se inmoló al mismo tiempo.
Pero también hay otros dos "protagonistas” del atentado de Bruselas que sí están entre rejas: Krayem, quien coplaneó el atentado, y Abrini, conocido como el hombre del sombrero, que debería haber explosionado otra bomba, pero decidió escaparse.
El hombre más buscado de Europa. Salah Abdeslam, francés criado en Bruselas, es el hombre más buscado y la segunda figura más importante del terrorismo islámico en Europa, tras Abdelhamid Abaaoud, quien habría organizado el comando terrorista hasta su muerte en noviembre de 2015 en una redada policial en Saint Denis, Francia.
El 18 de marzo de 2016, las autoridades belgas pudieron detener a Abdeslam. Todo lo sucedido después se considera como un fracaso de las autoridades belgas: aunque el Ministerio de Exteriores de Bélgica advirtió de posibles atentados, a Abdeslam no se le preguntó sobre ello. Un par de días más tarde, Bruselas vivió una trágica oleada de atentados.
La figura clave. Eso no es todo. Hay otra figura importante: Oussama Atar. Los investigadores se preguntan si él es la cabeza pensante del comando. Las autoridades creen que el primo de los El Bakraoui, apodado "Abou Ahmad”, organizó los atentados de París y Bruselas. Además, se le considera responsable de la radicalización de yihadistas belgas. Este belga de raíces marroquíes estuvo preso en las cárceles estadounidenses en Irak en 2000. Los atentados de 2005 y 2006 los coordinó desde Siria, donde podría residir en la actualidad.
Las autoridades belgas declararon en 2016 que Ossama Atar era el único coordinador de Siria que pudo ser identificado. El politólogo sirio Asiem El Difraoui comentó al respecto que "es difícil saber si muchos de los yihadistas sirios siguen aún con vida”.
Oportunidades desperdiciadas. Atar es un claro ejemplo de oportunidad desperdiciada, ya que las autoridades belgas lo tenían bajo vigilancia el verano pasado, en el barrio Molenbeek. "Sabíamos que había regresado”, citaron algunos policías, y añadieron que "en el barrio de Molenbeek hablaban de él desde hacía semanas”.
El experto Difraoui dijo que el Estado belga carecía de información sobre la existencia de grupos terroristas y sus relaciones. También en cuestión de prevención, las autoridades no habían logrado hacer mucho. Sin embargo, la Policía estaba tan presente en las calles de Molenbeek que casi destrozó la labor social con los jóvenes de allí, porque "todos estaban bajo sospecha”. En este barrio crecieron los terroristas de París y Bruselas.