“Los carteles mexicanos han pasado de ser intermediarios a apropiarse del negocio, y ya están en Ecuador, ubicados muy cerca de las materias primas”, señala la publicación colombiana.

Ecuador se ha convertido en el sitio ideal para la operación de narcotraficantes en el traslado de su mercancía hacia Estados Unidos, Europa y Asia. Lo afirma la revista colombiana Semana, en un reportaje titulado ‘El cartel de Sinaloa manda en Ecuador’ y publicado este jueves.

“Los carteles mexicanos han pasado de ser intermediarios a apropiarse del negocio, y ya están en Ecuador, ubicados muy cerca de las materias primas”, señala la publicación.

Y cita como evidencia las 42 toneladas de droga que han sido incautadas este año en diferentes operativos dentro del Ecuador. A esto le suma que en el exterior se ha decomisado al menos cinco veces más esa cantidad en cargamentos procedentes del país. Esas ‘mercancías’ tendrían un costo de aproximadamente US$5.000 millones.

“Muchas veces, estos envíos se pagan con armas, las cuales van a organizaciones irregulares como las FARC. Los armamentos y las municiones son enviadas a Perú, y de allí a Ecuador, o llegan directamente en aviones pequeños a pistas clandestinas o por el Pacífico”.

Juan Carlos Barragán, director nacional de Antinarcóticos, confirma a El Universo la cifra: 42 toneladas de droga decomisadas este año, de las cuales entre 10 y 12 corresponden a microtráfico, en especial de marihuana, para consumo interno.

Sin embargo, dice que si bien muchos de los decomisos han venido del área de Sinaloa, en México, no han estado relacionados directamente con ese cartel. “El cartel de Sinaloa o del Golfo y la actividad de los mexicanos ha estado aquí y va a estar aquí en tanto en cuanto exista la producción de cocaína y el mercado de consumo. Mientras Colombia, Bolivia, Perú produzcan 100% de la cocaína para el mundo, los mexicanos van a venir”, señala Barragán.

Semana menciona que existen grupos delictivos internacionales integrados por colombianos y mexicanos, que se dedican al tráfico de drogas y tienen en sus filas a ecuatorianos. “En su mayoría son socios del narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán, líder del ‘cartel de Sinaloa’”.

Guzmán, afirma la revista, ha llegado a asegurar desde la clandestinidad que buena parte de su ‘mercancía’ sale de Ecuador. Según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, la región norte del país se ha convertido en “un punto importante para el tránsito de cocaína, compuestos químicos y suministros para las bandas involucradas en el tráfico de drogas en Colombia”.

Semana afirma que capos internacionales como los colombianos Henry de Jesús López Londoño, alias Mi Sangre, detenido en Argentina; Daniel el Loco Barrera, Jorge Milton Cifuentes Villa y Juan Carlos Peña Silva, capturados en Venezuela, tenían en su poder documentos de identidad de ecuatorianos o tramitaban su entrada al país como ‘inversionistas’. Todos con nexos con el Chapo.

En abril, la Policía arrestó a César Demar Vernaza Quiñónez, alias el Empresario, líder de la banda Los Templados y a quien se considera el principal sicario de el Chapo en el país. Permanece recluido en el Centro de Rehabilitación Social de Varones Guayaquil Nº 2.

El más reciente decomiso de este año en el país se dio hace dos semanas. La Policía Antinarcóticos interceptó una avioneta en la vía Guayaquil-Salinas, que iba a ser cargada con 576 kilos de cocaína en una pista de aterrizaje clandestina.

Sobre este caso, Semana recoge las declaraciones de Patricio Pazmiño, comandante del Distrito Policial de Guayaquil, quien reconoció que hay bandas organizadas con tentáculos internacionales operando en el país, y del ministro del Interior, José Serrano, quien dijo que en el control en los puertos la capacidad policial es limitada: alcanzan a revisar el 2,5% de los contenedores que salen.

Aunque es una tarea difícil, dice Barragán, cuando los mexicanos han venido sus bandas han sido desarmadas y ellos arrestados. “Si no hubiera control de la Policía no se habrían detenido solo en este año a 4.500 personas, por diferentes causas de narcotráfico”, dice.

Lea la nota completa en el sitio de la revista colombiana Semana