Un importante encargado de lavar dinero para el cártel de La Familia arrestado el miércoles, está también acusado de "la venta de recursos naturales (minerales) explotados ilegalmente en la zona serrana de la costa de Michoacán".
México D.F. Un cártel de la droga de México, que ya cosecha los frutos del narcotráfico a Estados Unidos, descubrió un nuevo negocio en el occidental estado de Michoacán: la minería ilegal.
Un importante encargado de lavar dinero para el cártel de La Familia arrestado el miércoles, está además acusado de "la venta de recursos naturales (minerales) explotados ilegalmente en la zona serrana de la costa de Michoacán".
"El robo de mineral en la zona es una actividad que se ha venido acrecentando en los últimos años", dijo la Procuraduría General de la República (PGR) en un comunicado.
Ignacio López, quien fue capturado junto a otras tres personas, es acusado de administrar el dinero ganado por La Familia con sus extorsiones a los pobladores y negocios locales, sus secuestros y el trasiego de drogas.
López "mantenía relaciones comerciales con por lo menos tres importantes empresas internacionales establecidas en México, dedicadas a la exportación de mineral de fierro con destino a China", dijo la PGR.
Esas empresas exportaron 1,1 millones de toneladas, con valor de US$42 millones, este año.
Funcionarios del gobierno no estuvieron disponibles de inmediato para comentar el asunto.
La Familia es el cártel dominante en Michoacán.
Al ser capturado, López, quien fue deportado desde Estados Unidos en 1991 por tráfico de heroína, tenía un rifle de asalto AK-47 hecho en China, con la leyenda "La Mafia no perdona" grabada, y una pistola con la palabra "Killa".
México, un importante productor de cobre y plata, tiene una activa industria minera, con cientos de empresas explotando minerales a lo largo del país.
La región montañosa de Michoacán es rica en mineral de fierro, oro, cobre, plata y zinc.
Hasta el momento, los inversionistas mineros no se han visto afectados por la guerra del narcotráfico en México, que ha costado la vida a más de 29.000 personas en menos de cuatro años.
Sin embargo algunas mineras pequeñas han dicho que evitan realizar proyectos de exploración en regiones remotas, controladas por los cárteles.