Tres vagones frigoríficos permanecen en la vía listos para partir en la estación de la pequeña localidad de Torés, pero los maquinistas están a la espera de las órdenes procedentes de Donetsk, capital de la región.
Los rebeldes prorrusos cedieron este domingo a las presiones internacionales y permitieron el traslado de 196 cadáveres del avión malasio siniestrado en el este de Ucrania a una estación de tren donde aguardan en vagones frigoríficos su identificación.
"Abrimos la puerta y, como es fácil de imaginar, el olor era insoportable, pero la refrigeración es un hecho. Nos informaron de que la temperatura en los vagones es de cero grados celsius, aunque podría ser incluso menos", aseguró a la prensa el canadiense Michael Bociurkiw, miembro de la misión de la OSCE.
Como pudo constatar Efe, el tren con los tres vagones frigoríficos permanece en la vía listo para partir en la estación de la pequeña localidad de Torés, pero los maquinistas están a la espera de las órdenes procedentes de Donetsk, capital de la región.
Los cinco vagones que componen el tren están herméticamente cerrados y en la zona no hay rastro de los milicianos rebeldes ni de seguridad policial.
"Nos han dicho que permanecerán en la estación hasta la llegada de los expertos internacionales y entonces se tomará una decisión sobre a donde se dirigirá. Sólo esperamos que los expertos lleguen a la zona lo más pronto posible", dijo.
A juicio del observador de la OSCE "la estación (de Torés) es muy pequeña y vetusta" y "no es el lugar para una extensiva labor de identificación, por lo que sería mejorar trasladar (los vagones) a otro sitio".
Bociurkiw agregó que los expertos enviados por el Gobierno de Malasia ya se encuentran en Kiev y podrían desplazarse en cualquier momento a la zona del accidente.
Entre los 196 cadáveres podrían encontrarse los 38 que los insurgentes prorrusos reconocieron haberse llevado a Donetsk para su análisis, extremo que fue confirmado este domingo a Efe por un empleado del depósito de cadáveres.
Mientras, los equipos de rescate siguen buscando al resto de cuerpos sin vida de las 298 personas que viajaban en el Boeing-777 que se estrelló el jueves en esta región, que desde el pasado abril es campo de batalla entre rebeldes prorrusos y fuerzas gubernamentales ucranianas.
A diferencia del sábado, apenas se veían este domingo unos cuantos sacos con cadáveres mutilados y todos los cuerpos desnudos que yacieron al aire libre durante más de dos días ya habían sido recogidos.
"Todavía no han sido recogidos todos los cuerpos", reconoció Alex Hug, jefe de la misión de la OSCE, que sí reconoció un aumento de la cooperación por parte de los rebeldes, un mayor número de socorristas y un reforzamiento de la seguridad en la zona.
De hecho, este domingo los miembros de la misión internacional pudieron inspeccionar el morro del avión, que fue a parar a varios kilómetros de distancia del resto del aparato, en compañía de tres expertos ucranianos en aviación, a los que los rebeldes han dado un salvoconducto.
Una de sus funciones es localizar las cajas negras, misterio que pareció quedar resuelto cuando Alexandr Borodái, el primer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk, aseguró que estaban en su poder.
"En el lugar de la catástrofe se encontraron piezas del avión parecidas a unas cajas negras. Se encuentran en Donetsk (...) bajo mi supervisión personal. Serán entregadas a expertos internacionales en caso de que éstos lleguen", dijo
El Servicio de Seguridad de Ucrania difundió este domingo en internet la grabación de una supuesta conversación telefónica entre dos jefes rebeldes que incriminaría a los separatistas y también a Moscú en la ocultación de pruebas del derribo del avión malasio.
En la grabación, una voz identificada por Kiev como el comandante del batallón "Vostok", Alexandr Jodokovski, pide a uno de sus hombres, que supervise la ocultación de las cajas negras del avión "para que no caigan en manos ajenas, de toda esa gente que os visita, la OSCE y demás".
"El destino de las cajas negras es primordial. Deben estar bajo nuestro control (...). No es una petición mía, nos llega desde arriba, (...) y con esto me refiero a Moscú", dice el presunto comandante prorruso en el vídeo difundido a través de Youtube.
Al respecto, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha asegurado que Moscú no tiene ningún interés en hacerse con las cajas negras del avión "a pesar de lo que se diga desde Kiev".
Pero el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, insistió este domingo en que los milicianos prorrusos que custodian el lugar de la catástrofe retiran las "pruebas irrefutables" que demostrarían que los rebeldes derribaron el avión con un misil.
"No vemos diferencia entre lo sucedido en Ucrania y el 11 de septiembre en Estados Unidos o la tragedia sobre la escocesa Lockerbie, cuando libios dirigidos por (Muamar el) Gadafi hicieron explotar un avión de Pan Am", dijo Poroshenko en conversación telefónica con el presidente francés, Francois Hollande.
Poroshenko espera que "el mundo civilizado reaccione de la misma manera unánime" a la tragedia como lo hizo en 2001 y en 1988.