Los cocaleros yungueños exigieron al gobierno la anulación de un nuevo reglamento que endurece el control sobre la comercialización interna de las hojas de coca.
La Paz. Productores de coca de Bolivia mantenían este jueves bloqueada por cuarto día consecutivo la única carretera que une a La Paz con el norte amazónico del país, en demanda de la destitución de dos ministros, reportaron medios locales.
Los cocaleros de la región subtropical de Yungas, que iniciaron la protesta este lunes, plantearon un diálogo en la misma zona del conflicto, pero el vicepresidente Álvaro García dijo que el gobierno, que calificó al conflicto como "injustificado", sólo negociaría en la capital política.
Los cocaleros yungueños, agrupados en sindicatos distintos a los que lidera el presidente Evo Morales, exigieron la anulación de un nuevo reglamento que endurece el control sobre la comercialización interna de hojas de coca -materia prima de la cocaína- y el relevo de los ministros de Gobierno, Sacha Llorenti, y de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo.
El reglamento fue anulado por el gobierno aún antes de que comenzara el bloqueo, pero los cocaleros mantuvieron su protesta que según medios locales ha detenido a centenares de vehículos, incluidas caravanas de camiones que trasladan vitales suministros agrícolas y ganaderos a La Paz.
"Se mantiene el bloqueo hasta que el gobierno baje a las bases a dialogar", dijo a radio Erbol el dirigente Ramiro Sánchez, de la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de La Paz, que organizó la protesta.
"Nuestro segundo pliego, que es la destitución de los ministros, sigue en pie", agregó por teléfono desde uno de los puntos de bloqueo a 90 kilómetros al norte de La Paz.
El vicepresidente García, entretanto, aseguró a reporteros que no había planes de una intervención policial para romper el bloqueo, del cual opinó que obedecía "más a disputas internas entre dirigentes cocaleros que con el Gobierno".
La protesta se desencadenó en la región cocalera tradicional de Bolivia donde Morales ha enfrentado ya varios desafíos políticos y sindicales y que se diferencia al férreo respaldo que le brindan los sindicatos de la zona central de Chapare, que él lidera por más de una década.
En meses pasados, el gobernante indígena rechazó exigencias de cambios de ministros hechas por varios sindicatos campesinos, que demandan más cuotas de poder en el Gobierno que se autodefine como representante de los "movimientos sociales" del país.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, después de Colombia y Perú. Según Naciones Unidas, tenía a fines del año pasado unas 30.000 hectáreas de coca, el doble de lo autorizado por diversas disposiciones legales.