La región produce sólo el 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero es considerada especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a su ubicación geográfica y su dependencia de los recursos naturales.
Sao Paulo. Los daños causados por el cambio climático podrían costar a los países latinoamericanos y del Caribe US$100.000 millones anuales para el 2050 si las temperaturas promedio suben 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) desde los niveles pre-industriales, algo visto como probable, dijo el martes un nuevo reporte.
La región produce sólo el 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero es considerada especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a su ubicación geográfica y su dependencia de los recursos naturales, dijo el informe encargado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El banco dio a conocer el estudio días antes de que Brasil lleve a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, la Rio+20, del 20 al 22 de junio.
El colapso del bioma de coral en el Caribe, la desaparición de algunos glaciares en los Andes y cierto grado de destrucción en la cuenca del Amazonas son daños por el cambio climático señalados en el informe.
Por ejemplo, la pérdida neta de exportaciones agrícolas en la región debido al cambio climático sería entre US$30.000 millones y US$52.000 millones para el 2050.
"Pérdidas de esta magnitud podrían limitar las opciones de desarrollo, así como el acceso a los recursos naturales y servicios de los ecosistemas", dijo el reporte.
El banco de desarrollo señaló que el costo de ayudar a los países a adaptarse a los efectos del cambio climático sería menor en relación con el precio de los potenciales daños.
Se estima que alrededor de un 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, o aproximadamente el 10% de los costos del impacto físico, sería necesario para apoyar la adaptación al cambio climático.
Mayor esfuerzo. América Latina ha tenido un éxito reciente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente gracias a cambios en las políticas de uso de suelos, como la reducción de las emisiones relacionadas con la deforestación.
Según el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero de la región cayeron un 11% desde el inicio del siglo a 4.700 millones de toneladas de equivalente de dióxido de carbono en el 2010.
Si bien se ha avanzado en la preservación de las tierras que serían vulnerable a la tala para la agricultura u otros usos, el BID dijo que se necesita más de la región. Los sectores del transporte y la energía se espera que aumenten su cuota de emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para el 2050, según el informe.
Estos dos sectores por sí solos podrían contribuir cada año con 2.000 millones de toneladas de CO2e (equivalente de dióxido de carbono) en la región, según el informe.
Esto podría empujar a las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la región a 7.000 millones de toneladas para el 2050.
"Las reducciones de emisiones previstas por el cambio de uso de tierra serán más que compensadas por el aumento de las emisiones de otros sectores", dijo el informe.