Aunque Caracas aseguró que no participaría de ninguna actividad donde se pretenda posicionar el intervencionismo y el injerencismo", la Canciller Rodríguez confirmó su asistencia a la cumbre.
Venezuela. La aguda crisis política, económica y social de Venezuela, sigue siendo el principal tema de debate en la Organización de Estados Americanos (OEA), que prevé celebrar el 19 de junio su reunión de cancilleres en la ciudad mexicana de Cancún.
Este encuentro dará continuidad al de consulta de cancilleres del organismo hemisférico, que fue suspendida el pasado 31 de mayo en Washington ante la falta de acuerdo respecto a las dos propuestas de declaración que fueron presentadas.
Frente a esa agenda, que antecede la inauguración formal de la Asamblea General de la OEA, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, dijo que el "Departamento de Estado de EE.UU. desplegó a sus embajadores en la región para atacar (a) Venezuela. Vamos con más fuerza a derrotarlos en la OEA".
"¡(Los) embajadores bolivarianos han sido instruidos para dar lección de dignidad y legalidad a los embajadores imperiales! Viva Venezuela", agregó Rodríguez, cuyo país inició su retirada del organismo el pasado 28 de abril tras acusarlo de "injerencista".
Aunque Caracas aseguró tras dejar el organismo que no participaría "en lo sucesivo de ninguna actividad -de la OEA- (...), donde se pretenda posicionar el intervencionismo y el injerencismo", Rodríguez confirmó en días pasados que acudirá "personalmente" a Cancún.
Los países que abogan por el encuentro de cancilleres buscan en esta oportunidad un consenso que permita una "solución" a la crisis por la que atraviesa Venezuela, sumida en protestas contra el presidente Nicolás Maduro desde abril pasado.
Según indicó a Xinhua el experto venezolano Javier Biardeau, "las implicaciones fundamentales de esta reunión de cancilleres" son fundamentalmente "verificar cuál es la correlación de fuerzas a nivel regional" respecto a las medidas que se "pretenden tomar allí en el foro" sobre Venezuela.
Explicó el también profesor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) que las decisiones que se puedan tomar "serían de carácter bilateral, porque desde el punto de vista de la eficacia" multilateral "el Gobierno venezolano las va a rechazar de plano".
"Las decisiones serían (sobre) cómo el foro regional afectaría, desde el punto de vista bilateral, la relaciones de Venezuela con los países que asuman una postura, vamos a decir, en contra del Gobierno", precisó Biardeau.
También en declaraciones a Xinhua, el experto Oswaldo Ramírez consideró que desde la OEA se busca "tratar la fórmula de que en Venezuela puedan los diferentes actores (políticos) sentarse a entender o tratar de resolver las diferencias que existen" que, en su opinión, fueron potenciadas con el llamado a un proceso constituyente.
El pasado 1 de mayo, Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para redactar una nueva Constitución y lograr, según su Administración, solucionar la crisis política que afronta la nación caribeña.
La decisión de Maduro, que sustentan los artículos 347 y 348 de la Carta Magna, ha generado una controversia dentro del Poder Ciudadano ya que el Ministerio Público, una dependencia que dirige la fiscal general Luisa Ortega, ha solicitado al Poder Judicial que sea anulada.
En respuesta, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado de ser favorable al Gobierno, ha rechazado todas las acciones de Ortega contra la Constituyente, al argumentar, en una de ellas, la "inepta acumulación de pretensiones".
"Algunos países interpretan, de alguna forma, que este llamado a la Constituyente tiende prácticamente a desmontar el Estado social de Derecho como se conoce en Venezuela, y que en la práctica puede exacerbar aún más el conflicto", subrayó Ramírez.
Sin embargo, para el también director de la firma ORC Consultores, "hemos visto (...) cómo el Gobierno, en la narrativa y en las acciones políticas, claramente ha buscado potenciar su decisión de ir hacia un proceso constituyente", donde serán elegidos 545 redactores el próximo 30 de julio.
Por otra parte, al referirse a la salida de Venezuela del organismo continental, Ramírez indicó que, a pesar de ello, Caracas "tiene que cumplir todos los compromisos dentro de la OEA".
El analista sostuvo que "la mayor preocupación dentro de la Organización de Estados Americanos termina siendo hasta dónde se puede evitar la escalada de violencia" en el país, donde hasta la fecha han sido reportadas 74 muertes en el marco de las protestas opositoras.
"Esa es la mayor preocupación de algunas naciones, no sólo el tema de las migraciones forzosas, sino el de la posibilidad cierta de una crisis humanitaria en el país", agregó.
En alusión a la decisión que puedan adoptar los países en la reunión de cancilleres, Javier Biardeau afirmó que "lo que va es a ser un evento más dentro de las posiciones que se están tomando dentro de la oposición política de Venezuela".
"Porque se busca un efecto político, de aislamiento. El efecto es que la comunidad internacional perciba que el Gobierno de Venezuela está aislado en el concierto de Gobiernos de América Latina, ese es básicamente el objetivo político que se busca", opinó.
Para que pueda ser aprobada alguna resolución en la próxima reunión de consulta de cancilleres de la OEA, es necesario que 23 países voten a favor, lo cual representa dos tercios de los 34 que integran el organismo.