El peligro de la radiación procedente de una central nuclear japonesa dañada por el maremoto del 11 de marzo -de uno de cuyos reactores se detectó una columna de humo negro- se cernió este miércoles al aparecer niveles peligrosos para los niños en el agua de la capital japonesa.
Tokio. El peligro de la radiación procedente de una central nuclear japonesa dañada por el maremoto del 11 de marzo - de uno de cuyos reactores se detectó una columna de humo negro - se cernió este miércoles al aparecer niveles peligrosos para los niños en el agua de Tokio, al tiempo que Estados Unidos se convirtió en la primera nación que bloquea las importaciones de alimentos nipones.
Las autoridades de Tokio dijeron que el agua en una planta de purificación tenía 210 becquereles de yodo radiactivo, más de dos veces el nivel seguro para los infantes.
"Estos es sin duda, un efecto de la planta Fukushima Daiichi" dijo un funcionario del gobierno metropolitano de Tokio, en referencia a la central nuclear dañada, situada a 250 kilómetros al norte de la ciudad.
Sin embargo, el gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, dijo que el nivel de radiación no representaba un riesgo inmediato para la salud y que el agua aún puede ser usada.
"Pero para niños menores de un año, quisiera que (sus padres) se abstengan de usar agua del grifo para diluir leche de fórmula para bebés", declaró.
Humo negro. Los niveles de radiación en la central dañada eran de 435 microsiervets dos horas antes de que empezara a verse humo negro saliendo del reactor número tres, y cayeron a 283,7 tras verse el humo, dijo un responsable de la Agencia para la Seguridad Industrial y Nuclear. Ambas cifras son más elevadas que las registradas en los últimos días.
La causa del humo, que llevó a evacuar a los trabajadores temporalmente, era desconocida
Dejando clara la ansiedad internacional por la situación, la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus sigla en inglés) dijo que detuvo las importaciones de leche, verduras y frutas desde cuatro prefecturas en el noreste de Japón.
Corea del Sur podría ser la próxima nación que prohíba las importaciones de alimentos desde Japón después de la peor crisis atómica desde Chernóbil en 1986.
Detectados en los alimentos. En Fukushima, dañada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, ingenieros luchan por enfriar los seis reactores del recinto para contener una contaminación adicional y evitar una fusión del núcleo.
Japón dijo el miércoles que ha descubierto radiación por encima de los niveles seguros en 11 tipos de verduras del área afectada, así como en la leche y el agua. Las autoridades insistieron, sin embargo, que no hay un peligro importante para los seres humanos e instó al mundo a no reaccionar en exceso.
"Explicaremos los hechos a los países y esperamos que adopten medidas lógicas basadas en ellos", dijo en una rueda de prensa el secretario jefe del gabinete, Yukio Edano, la cara pública del Gobierno durante el desastre.
El gobierno nipón estima que el daño directo por la peor crisis que afecta al país asiático desde la Segunda Guerra Mundial oscilaría entre 16-25 billones de yenes (130.000 a 216.000 millones de euros), lo que le convertiría en el desastre natural más costoso del mundo.
La cifra no incluye las pérdidas en actividad económica por los cortes de energía programados o el impacto económico más amplio de la emergencia nuclear en Fukushima.
El terremoto y el posterior tsunami causaron casi 23.000 muertos o desaparecidos, en su mayoría en ciudades costeras arrasadas. Más de 250.000 personas residen en albergues, mientras los rescatadores y perros sabuesos revisan los escombros y el lodo en busca de cuerpos.
En una situación empeorada por la ignorancia sobre los detalles técnicos de la radiación, la inquietud pública está creciendo en todo el mundo y se han detectados partículas radiactivas en lugares tan distante como Islandia.
Japón ya ha detenido el envío de algunos alimentos desde el área y dijo a las personas que dejaran de comer verduras con hojas. Los vecinos asiáticos de Japón están revisando las importaciones en busca de contaminación, y Taiwán aconsejó a las embarcaciones que dejen de pescar en aguas niponas.
Pese a que se han registrado avances para restaurar la energía en la planta Fukushima 13 días después del accidente, el operador de la planta Tokyo Electric Power Co (Tepco) dijo que necesitaba más tiempo antes de poder decir que los reactores están estabilizados.
Los técnicos que trabajan dentro de la zona de evacuación en torno a la central conectaron exitosamente cables de energía a sus seis reactores y comenzaron a bombear agua a uno de ellos para enfriar las barras de combustible nuclear.
La preocupación sobre el reactor número 1 ha aumentado, después de que su temperatura llegó a 400 grados centígrados, por encima del límite de su diseño de 302.
Aumentando la presión en el lugar, dos trabajadores resultaron heridos mientras restauraban la energía, informó la agencia de noticias Kyodo. Además, ingenieros en el reactor número 2 debieron abandonar el lugar cuando la radiación alcanzó los 500 millisieverts por hora, en la zona de peligro.
Tepco también afronta acusaciones de una lenta respuesta al desastre y preguntas sobre por qué almacenó más uranio en la planta del que podía contener según su diseño.