Ahora debilitada, la tormenta más poderosa del Atlántico desde el 2007 dejó inundaciones y daños por el viento en Florida antes de moverse lentamente hacia el norte y dejar lluvias en la costa de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte.
Charleston. El huracán Matthew azotó el sábado Carolina del Sur, en Estados Unidos, con vientos menos intensos pero aún poderosos, después de dejar casi 900 muertos en Haití y provocar severas inundaciones y cortes de energía eléctrica en Florida y Georgia.
Ahora debilitada, la tormenta más poderosa del Atlántico desde el 2007 dejó inundaciones y daños por el viento en Florida antes de moverse lentamente hacia el norte y dejar lluvias en la costa de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte.
La velocidad del viento disminuyó casi la mitad desde el máximo alcanzado hace una semana, a menos de 120 kilómetros por hora (kph), convirtiéndose en un huracán de categoría 1, la menor en la escala de 1 a 5 de Saffir-Simpson.
El huracán, que alcanzó la categoría 5 hace más de una semana, tocó tierra en McClellanville, al norte de Charleston, que fue devastada por una tormenta de categoría 4 en 1989.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) en Miami dijo que Matthew estaba sobre Myrtle Beach, en Carolina del Sur, el sábado por la tarde, y advirtió de inundaciones potencialmente mortales en Georgia y Carolina del Norte, aún cuando la tormenta se debilitó al tocar tierra.
La tormenta ha sido relacionada con al menos 11 decesos en Estados Unidos: cinco en Florida, tres en Carolina del Norte y tres en Georgia, incluidas dos personas que perdieron la vida por la caída de árboles en el condado de Bulloch, señalaron autoridades locales.
Asimismo, Matthew dejó sin electricidad a unos 1,6 millones de hogares y negocios en el sureste de Estados Unidos, la mayoría en Florida.
La franja de la costa del Atlántico que va desde Miami a Charleston incluye algunas de las playas, centros turísticos y ciudades históricas más conocidas del sureste de Estados Unidos. Partes de la carretera Interestatal 95, la principal vía de comunicación norte-sur de la Costa Este, fueron cerradas debido a las inundaciones y árboles caídos, dijeron funcionarios.
En Florida, unos 879.000 hogares estaban sin electricidad, según empresas proveedoras del servicio, mientras en Carolina del Sur 433.000 no tenían luz, dijo el gobernador Nikki Haley. Georgia Power informó que al menos 275.000 hogares estaban sin servicio eléctrico en el estado.
Las carreteras en Jackson Beach, Florida, estaban cubiertas de madera, parte de ella procedente de un embarcadero histórico afectado por la tormenta, y había inundaciones en algunas intersecciones. Podían verse daños moderados en tiendas costeras, con los toldos y los cercos derribados.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo que más de 6.000 personas permanecieron en refugios el viernes por la noche, pero parecía aliviado el sábado en una conferencia por la mañana de que la tormenta no provocara más daños.