Se trata de Marcos Vinicio Suazo, de 23 años, y de Marvin Javier Muñoz Castro, de 27 años, quienes recibieron las respectivas honras fúnebres previo a su sepultura en el cementerio Tierra Santa.
Tegucigalpa. Familiares y amigos de dos reclusos fallecidos en el incendio registrado en la cárcel de Comayagua, en la región central de Honduras, dieron este viernes el último adiós a sus seres queridos, a quienes las llamas les arrebataron la vida la fatídica noche del martes.
El sinistro habría dejado, según informaciones oficiales del momento, 356 víctimas fatales.
Los cuerpos de Marcos Vinicio Suazo, de 23 años, y de Marvin Javier Muñoz Castro, de 27 años, recibieron las respectivas honras fúnebres previo a su sepultura en el cementerio Tierra Santa, al este de la capital de Honduras. Ambos eran originarios de Tegucigalpa.
Suazo residió en la colonia Flor del Campo y Muñoz, en Los Laureles. En la tierra árida donde hoy descansan sus restos mortales, amistades y deudos colocaron flores en honor a sus memorias y se postraron a llorar.
Hasta el momento, el Ministerio Público ha entregado 15 cadáveres de las víctimas del siniestro a sus familiares, entre ellos los de los dos jóvenes sepultados este viernes.
El vocero del MP, Melvin Duarte, informó que los cuerpos han sido objetos de autopsia y plena confirmación de su identidad por parte de Medicina Forense.
De acuerdo a cifras oficiales, 356 reos han fallecido producto del incendio en la granja penal de Comayagua, tres de ellos en el hospital Escuela de Tegucigalpa.