Una fuerte explosión antecedió al derrumbe y dejó al área cercana cubierta de polvo y escombros, dijeron testigos.

Río de Janeiro. Dos edificios colapsaron este miércoles en el centro de Río de Janeiro, en el hecho más reciente que resalta el fracaso de las autoridades a la hora de mejorar la infraestructura de la ciudad en medio de los preparativos para el Mundial de fútbol y las Olimpiadas.

Equipos de rescate sacaron a cuatro personas vivas desde los escombros y no se habían hallado muertos hasta la medianoche, dijo el alcalde de la ciudad Eduardo Paes a periodistas en el lugar.

La Agencia Estado informó que al menos dos personas murieron en el derrumbe de ambos edificios, de 20 y 10 pisos de altura.

Una fuerte explosión antecedió al derrumbe y dejó al área cercana cubierta de polvo y escombros, dijeron testigos.

"Fue como un terremoto. Primero algunos trozos del edificio comenzaron a caer. La gente comenzó a correr. Y luego se desplomó completo", dijo a Reuters un testigo que se identificó como Gilbert.

Hasta 11 personas podrían estar atrapadas entre los escombros, dijo la cadena de televisión por cable Gloominess. Las autoridades de la ciudad están evaluando el riesgo de derrumbe de un edificio cercano, informaron agencias locales, sin identificar a la fuente de la información.

"Bajé corriendo por las escaleras, desesperado por escapar. Justo cuando salí del edificio, se derrumbó. Me salvé por los pelos, es obra de Dios", dijo Nelson Tomes, de 38 años, un técnico de equipos de aire acondicionado, a la agencia iG.

Tomes, quien estaba en el décimo piso, dijo que salió corriendo hacia las escaleras después de que escuchó un "fuerte estruendo".

Imágenes de televisión mostraron a vehículos cubiertos por concreto y barras de acero. Light, la compañía de distribución eléctrica que sirve a Río de Janeiro, cortó la electricidad de la zona para evitar posibles incendios después de que se detectó un fuerte olor a gas, dijeron dos cadenas de televisión.

Río de Janeiro lucha por abordar las preocupaciones sobre su pobre infraestructura mientras se prepara para recibir a la Copa Mundial de fútbol en el 2014 y a los Juegos Olímpicos dos años después.