La violencia en los partidos de fútbol en el norte de Africa ha aumentado considerablemente desde que se iniciaron los disturbios políticos en toda la región hace más de un año.
El Cairo. Al menos 73 personas murieron y unas 1.000 resultaron heridas el miércoles tras una invasión a un campo de fútbol en la ciudad egipcia de Port Said, dijeron fuentes del Ministerio de Salud de ese país, en un calificado como "una guerra" por un jugador involucrado.
"Esto es lamentable y muy triste. Es el mayor desastre en la historia del fútbol de Egipto", dijo el viceministro de Salud, Hesham Sheiha, a la televisión estatal.
La violencia en los partidos de fútbol en el norte de Africa ha aumentado considerablemente desde que se iniciaron los disturbios políticos en toda la región hace más de un año.
Los disturbios del miércoles se produjeron en un partido entre Al Ahli, uno de los clubes más exitosos de Egipto, y Al Masry, un equipo con sede en Port Said, que ganó el encuentro por 3-1.
Las imágenes de televisión mostraron a los hinchas dentro de la cancha persiguiendo a los futbolistas del conjunto visitante luego de el árbitro finalizara el encuentro.
Un pequeño grupo de policías antidisturbios formó un pasillo para tratar de proteger a los futbolistas, pero parecía incapaz de detener a los hinchas que golpeaban a los jugadores en su huida.
"Esto no es fútbol. Esta es una guerra y la gente se está muriendo frente a nosotros. No había (...) seguridad ni ambulancias", dijo Mohamed Abo Treika, jugador del Al Ahli en el canal de televisión del club.
"Hago un llamado a que la liga (doméstica) sea suspendida. Esta es un situación horrible y no puede ser olvidada", agregó.
El presidente de la junta militar que gobierna el país, Mohamed Hussein Tantawi, ordenó el envío de dos helicópteros al estadio de Port Said para evacuar a los hinchas y jugadores del equipo visitante.
La televisión estatal informó que la federación de fútbol de Egipto canceló indefinidamente los partidos de la primera división local.
Otro partido en El Cairo fue detenido por el árbitro después de recibir la noticia de la violencia que se producía en Port Said, lo que llevó a los aficionados a incendiar el estadio, mostraron imágenes de televisión.