"He matado a cuatro personas, los degollaba. Sentía feo al hacerlo. Me obligaban. Que si no lo hacía que me iban a matar. Yo nada más los degollé, pero nunca fui a colgar a los puentes, nunca" dijo Edgar Jiménez Lugo, de 14 años.
Cuernavaca, México. Miembros del Ejército mexicano capturaron a un supuesto sicario del narcotráfico de apenas 14 años en el centro del país, cuando intentaba viajar a Estados Unidos.
Edgar Jiménez Lugo, de nacionalidad estadounidense, conocido como "El Ponchis", fue detenido en el aeropuerto de la ciudad de Cuernavaca, en el central estado de Morelos, acusado de trabajar para el llamado cártel del Pacífico Sur, dijo el Ejército.
El cártel del Pacífico Sur es una nueva denominación para lo que queda del debilitado cártel de los hermanos Beltrán Leyva, cuyo líder fue muerto a tiros en un enfrentamiento con marinos en 2009.
Fuentes militares dijeron que la captura ocurrió cuando "El Ponchis" intentaba abordar un vuelo a la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana para después trasladarse a San Diego.
"He matado a cuatro personas, los degollaba. Sentía feo al hacerlo. Me obligaban. Que si no lo hacía que me iban a matar. Yo nada más los degollé, pero nunca fui a colgar a los puentes, nunca", expresó el menor de edad tras su detención, publicó el diario Reforma en su página de internet.
En puentes de la carretera que va de la ciudad de Cuernavaca, muy visitada por capitalinos los fines de semana, y el popular balneario de Acapulco, cárteles suelen colgar los cadáveres de miembros de bandas rivales que torturan y asesinan.
Pese a confesar que asesinó a varias personas, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, dijo que el chico podría salir libre porque la edad penal en México es de 18 años y sólo sería obligado a recibir atención psicológica.
En el Congreso federal legisladores han propuesto reformar la ley de justicia para adolescentes para reducir la edad penal luego de que menores se han enrolado en filas de narcotráfico.
Asesino a sueldo. El periódico mexicano La Razón dijo el mes pasado que el cártel pagaba al muchacho US$3.000 por cada asesinato que cometía y que sus acciones eran dirigidas por Jesús Radilla, un cabecilla poco conocido que dirige la pugna del grupo contra el cártel de La Familia, por el control del suroeste del país.
En el momento de su detención, Jiménez, quien viajaría a Estados Unidos para reunirse al parecer con su madrastra, estaba acompañado de dos de sus hermanas, una de ellas presunta amante de Radilla, según las fuentes militares.
En los sitios más violentos como Ciudad Juárez y Tijuana, sobre la frontera con Estados Unidos, algunos padres dicen que niños de 8 años quieren ser capos de la droga cuando sean grandes porque admiran su modo de vida y la posibilidad de hacer dinero fácilmente.
El presidente Felipe Calderón lanzó hace cuatro años a pocos días de asumir, operativos conjuntos con policías federales y soldados para combatir a los cárteles. Sin embargo, más de 31.000 personas han muerto desde entonces en una espiral de violencia creciente.