Las sanciones han provocado un grave malestar a la economía iraní, aunque el país tiene años de experiencia eludiéndolas a través de compañías de fachada y rutas de transporte de carga complejas.
Rigurosas nuevas sanciones contra los sectores bancarios, naviero e industrial de Irán entraron en vigor este sábado, como parte de los esfuerzos de la Unión Europea por obligar a Teherán a limitar su programa nuclear.
Las sanciones, acordadas en octubre, se convirtieron en ley en el bloque con su publicación este sábado en el diario oficial de la Unión Europea.
Las medidas más severas de la UE hasta el momento incluyen prohibiciones a las transacciones financieras, ventas a Irán de equipo de carga y acero, así como a las importaciones de gas natural iraní, y se suman a vedas anteriores contra el petróleo del país miembro de la OPEP.
Las sanciones reflejan las agudizadas preocupaciones sobre las metas nucleares de Teherán y las amenazas israelíes de atacar las instalaciones atómicas iraníes si la diplomacia y otras medidas no logran una solución.
Diplomáticos dicen que esperan que las negociaciones con Irán se puedan reanudar en enero, pero están esperando una respuesta de Teherán, que sostiene que su programa nuclear tiene únicamente propósitos pacíficos.
En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido dijo que hay una clara necesidad "de una solución urgente".
"Los líderes de Irán saben que las sanciones están teniendo un impacto significativo", dijo el ministro para Oriente Medio y el norte Africa del Reino Unido, Alistair Burt.
"Ellos no deberían dudar de que la comunidad internacional mantendrá la presión hasta que estén listos para negociar de buena fe y que adopten los pasos concretos necesarios para convencer a la comunidad internacional de que no están construyendo un arma nuclear", afirmó.
Las nuevas sanciones marcan un cambio significativo de política para el bloque de 27 miembros, que anteriormente buscó concentrar sus restricciones económicas en personas y compañías específicas.
La Unión Europea está a la saga de Estados Unidos en lo relativo a la imposición de sanciones que abarcan a industrias completas, debido a que intenta evitar que los ciudadanos comunes se vean afectados por sus medidas contra el gobierno.
Las sanciones han provocado un grave malestar a la economía iraní, aunque el país tiene años de experiencia eludiéndolas a través de compañías de fachada y rutas de transporte de carga complejas.
Las nuevas medidas europeas aclaran que los envíos de gas natural están vedados en cualquier forma y que el trueque de cargamentos, utilizado para evitar las compras, también está prohibido.
Si bien impone una prohibición general a las transacciones financieras, incluye excepciones para las relativas a ayuda humanitaria, compras de alimentos y medicinas, además de provisiones para el comercio legítimo.