En una Irlanda predominantemente católica, la Iglesia se ha visto perjudicada por una serie de casos de abuso sexual infantil que se remontan a hace varias décadas, y por la complicidad de los líderes religiosos en su ocultamiento.
Dublín. Un enviado del Papa Benedicto XVI se disculpó en persona con víctimas infantiles de abuso sexual por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica, un gesto que destaca la preocupación del Vaticano por el deterioro de su figura en Irlanda.
El cardenal Marc Ouellet viajó este martes a las islas de Lough Derg, en un rincón remoto de Irlanda, para hablar con las víctimas en un encuentro que duró dos horas.
En una Irlanda predominantemente católica, la Iglesia se ha visto perjudicada por una serie de casos de abuso sexual infantil que se remontan a hace varias décadas, y por la complicidad de los líderes religiosos en su ocultamiento.
Irlanda anunció el año pasado que cerraría su embajada en el Vaticano, una de las misiones más antiguas del país, luego de que las relaciones alcanzaran un mínimo histórico por el manejo de los casos de abuso sexual por parte de la Iglesia.
La visita del cardenal a la isla, sitio de peregrinaciones, coincide con el 50 Congreso Internacional Eucarístico, un encuentro que se realiza cada cuatro años y atrae a decenas de miles de católicos de todo el mundo.
"En nombre de la Iglesia, me disculpo una vez más con las víctimas, con algunas de las cuales me reuní aquí en Lough Derg", dijo Ouellet.
"En las últimas décadas hemos aprendido cuánto daño y desesperación causaron esos abusos a miles de víctimas. También aprendimos que la respuesta de algunas autoridades de la Iglesia a esos delitos fue con frecuencia inadecuada e ineficiente para detenerlos", agregó.
El jefe de la Iglesia Católica irlandesa se disculpó el mes pasado con las víctimas de abuso sexual pero rechazó los pedidos de renuncia luego de que un documento televisivo informara que el clérigo no advirtió a los padres que sus hijos estaban siendo abusados sexualmente por un sacerdote en 1975.
Cientos de casos de curas que abusan sexual y físicamente de jóvenes se han conocido en Europa y Estados Unidos en las últimas décadas, dado que las nuevas revelaciones alentaron a víctimas que habían callado por años a hacer públicos sus reclamos.
El congreso eucarístico, que se había realizado por última vez en Irlanda en 1932, comenzó el domingo con el descubrimiento de una piedra en reconocimiento del abuso a niños.