Las llamas se propagaron rápidamente a través de una fábrica de ropa en la populosa capital comercial de Karachi.

Karachi. Al menos 314 personas murieron carbonizadas en el incendio de dos fábricas en Pakistán, dijeron el miércoles policías y responsables, en un incidente que abre interrogantes sobre la seguridad industrial del país.

Las llamas se propagaron rápidamente a través de una fábrica de ropa en la populosa capital comercial de Karachi, matando a 289 personas. Familiares envueltos en lágrimas recorrían hospitales y morgues, desde donde lanzaban duras críticas contra un gobierno sumamente impopular.

"La gente comenzó a gritar para salvar su vida", dijo Mohammad Asif, de 20 años. "Todos se arrimaron a la ventana. Yo salté desde el tercer piso".

El segundo incendio ocurrió en la ciudad de Lahore, al este del país, donde murieron al menos 25 personas al incendiarse una fábrica de zapatos.

Los críticos del gobierno dicen que no ha sabido abordar los problemas del país, que sufre una insurgencia talibán, pobreza generalizada, una actividad delictiva cada vez más elevada y cortes diarios de energía eléctrica.

"Los dueños estaban más preocupados por salvar la ropa de la fábrica que por los trabajadores", dijo un empleado de la empresa de ropa, Mohammad Pervez, que sostenía una fotografía de su primo, que también trabaja en el lugar y no ha sido encontrado.

"Si no hubiera habido rejas de metal en las ventanas mucha gente se habría salvado. La fábrica estaba repleta de ropa y tela. Los que se quejaban eran despedidos", dijo Pervez.

Un ministro provincial ordenó una inspección en 48 horas de todas las fábricas y plantas industriales de la provincia de Sindh. Karachi, con una población de 18 millones de personas, es la capital de Sindh.

Un informe preliminar del gobierno provincial sobre el incendio en Lahore concluyó que el cierre de las puertas de emergencia ocasionó las muertes y que no se aplicaban regulaciones laborales y de seguridad, dijeron fuentes gubernamentales.

En un hospital de Karachi, alrededor de 30 cuerpos irreconocibles por el fuego se hallaban tendidos en la morgue.

"Ya no hay sitio aquí. Está lleno", dijo Wasif Ali, que trabaja en una ambulancia. "Siguen llegando".

Causas no esclarecidas. Amir Farooqi, responsable de la superintendencia policial, dijo a Reuters que la policía estaba registrando edificios en distintas partes de Karachi para encontrar a los dueños de la fábrica.

Farooqi dijo que 35 personas resultaron heridas en el incendio de la fábrica de ropa y continuaban apareciendo cuerpos en el lugar, que empleaba a unas 450 personas.

La última cifra de víctimas mortales en Karachi era de 289 personas, informó el responsable policial Fayyaz Leghari.

La fábrica aún despedía humo al tiempo que trabajadores de rescate sacaban cuerpos calcinados y los cubrían con sábanas blancas. Los familiares de trabajadores esperaban en las calles noticias sobre su paradero.

La causa del incendio de la fábrica de ropa aún no ha podido establecerse. En Lahore, trabajadores de la fábrica de zapatos sospechaban que el siniestro fue causado por un problema con un generador.

Sucesivos gobiernos pakistaníes no han sido capaces de proporcionar fuentes de energía eléctrica fiables, de modo que las fábricas se ven obligadas a tener sus propios generadores, alimentados por gasóleo o petróleo, si quieren evitar largos y habituales cortes de energía.