Hollande reconoció hoy la responsabilidad de su país en la deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando 13.152 judíos (4.000 de ellos niños) fueron llevados a los campos de exterminio de la Alemania nazi tras la redada "Velódromo de Invierno", ejecutada en 1942 por la policía francesa, siguiendo órdenes de la Alemania nazi.
El presidente francés, François Hollande, reconoció la responsabilidad francesa en la masiva deportación de judíos al campo de concentración de Auschwitz de 1942, en un discurso con motivo de los 70 años del hecho, e instó a los franceses a terminar con el antisemitismo.
"Estamos aquí reunidos para evocar las oscuras horas de la colaboración, de nuestra historia, y por lo tanto de la responsabilidad de Francia”, dijo el mandatario, quien subrayó que a los mártires "les debemos la verdad", y esta es que "aquel crimen se cometió en Francia y por Francia".
Con estas palabras, Hollande reconoció hoy la responsabilidad de su país en la deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando 13.152 judíos (4.000 de ellos niños) fueron llevados a los campos de exterminio de la Alemania nazi tras la redada del Vel d`Hiv, el Velódromo de Invierno, ejecutada en 1942 por la policía francesa, siguiendo órdenes de la Alemania nazi.
"La verdad es dura y cruel", afirmó. "La verdad es que ni un soldado alemán, ninguno, fue movilizado durante toda la operación", señaló durante la ceremonia, a la que acudieron varios ministros, familiares de los deportados y líderes de la comunidad judía.
Hollande trazó un vínculo entre las deportaciones y el asesinato de tres escolares judíos perpetrado por el islamista Mohamed Merah, e instó a "perseguir todo tipo de actos y consignas antisemitas" con "la mayor determinación".
La Redada del Velódromo de Invierno se considera uno de los peores actos de colaboracionismo con la Alemania nazi durante el régimen del mariscal Philippe Pétain.
El régimen nazi había pedido el arresto y deportación de judíos adultos, y fue el régimen de Pétain el que propuso que sus hijos fueran deportados junto a ellos.
Las palabras de Hollande recordaron un discurso pronunciado por el ex presidente Jacques Chirac, el primer jefe de Estado francés que en 1995 reconoció oficialmente la complicidad del país con la deportación de los judíos.
No obstante, Hollande recordó también que el honor del país fue preservado por las fuerzas de la Resistencia, que lucharon para liberar Francia, y por los miles de ciudadanos de a pie que arriesgaron sus vidas para salvar otras.