"Que haya una larga batalla y Libia sea engullida por las llamas", dijo Muamar Gaddafi, en un mensaje citado por medios de noticias árabes. "No nos rendiremos. No somos mujeres".
Trípoli. Muamar el Gaddafi, forzado por sus enemigos a esconderse, instó este jueves a sus seguidores a seguir peleando, a pesar de que los nuevos líderes interinos de Libia se estaban reuniendo con líderes internacionales para discutir la reforma de una nación dividida tras 42 años gobernada por el mismo hombre y seis meses de guerra.
"Que haya una larga batalla y Libia sea engullida por las llamas", dijo Gaddafi, en un mensaje citado por medios de noticias árabes. "No abandonaremos. No somos mujeres".
El fugitivo líder hacía estas declaraciones en el 42 aniversario del golpe de estado militar que derrocó al rey Idris y le llevó al poder en 1969, cuando era un capitán del Ejército de 27 años.
"Nosotros no nos vamos a entregar. No somos tontos. No somos cobardes. Los libios tienen valor, saben cómo manejarse, saben cómo autogobernarse, son un pueblo libre, vamos a sacrificarnos, vamos a convertirnos en mártires", dijo Gadafi en el audio.
"Deben de continuar resistiendo. Trípoli debe de continuar con su resistencia, terminar con el colonialismo y los que están detrás de todo esto", afirmó, según divulgó la información la cadena CNN México.
"Les hago un llamamiento a las tribus a que retomen Trípoli, a los jóvenes, que luchen. Son millones de personas, luchen, son muchos. No se rinda, vayan y usen las armas. La batalla va a durar durante mucho tiempo", expresó.
Informaciones contradictorias de ubicación. Ha habido noticias contradictorias sobre el paradero de Gaddafi desde que su fortín fuera tomado el 23 de agosto.
Un comandante militar del interino Consejo Nacional de Transición (CNT) dijo que Gadafi está en una localidad desértica fuera de Trípoli, junto con su hijo Saif al Islam y su jefe de Inteligencia Abdula al Senusi, planeando un contraataque.
Los tres fugitivos están buscados por la Corte Penal Internacional, acusados de crímenes contra la humanidad.
Abdel Majid Mlegta, coordinador de la sala de operaciones militares de Trípoli, dijo a Reuters que "alguien en quien confiamos" decía que Gadafi había huido a Bani Walid, 150 kilómetros al sureste de la capital, tres días después de que Trípoli cayera.
Un periódico argelino dijo que Gaddafi está en la localidad fronteriza de Gadamis, y había intentado llamar al presidente argelino, Abdelazis Buteflika, para pedirle asilo. Buteflika no habría querido coger el teléfono, a pesar de que el país acogió a la esposa de Gaddafi y tres de sus hijos cuando cruzaron la frontera el lunes.
El CNT, que intenta acabar con las fuerzas anti Gaddafi, extendió en una semana el plazo límite para la rendición de la ciudad costera de Sirte, donde nació Gadafi, y otras poblaciones que siguen leales al líder.
"Eso significa que hay progreso en las negociaciones", dijo Mohamed Zawawi, un portavoz de la CNT en la ciudad oriental de Bengasi. "Ya no tenemos prisa de entrar en Sirte. No tiene importancia económica y no vamos a sufrir bajas por ella. Podemos cortar los suministros y esperar, incluso más de una semana".
La extensión del plazo sigue a un tanteo de tratado de paz realizado el miércoles por uno de los hijos de Gaddafi, Saadi.
"Estuvimos hablando de negociaciones basadas en terminar con el derramamiento de sangre", dijo Saadi a la cadena Al Arabiya, añadiendo que su padre le había autorizado a parlamentar con el CNT.
El responsable del consejo militar en Trípoli, Abdul Hakim Belhadj, dijo ese día a Reuters que había hablado por teléfono con Saadi y le había prometido un trato digno si se rinde.
Puede que la guerra no termine hasta que Gadafi muera o sea capturado, pero los libios están deseando seguir adelante.