El gobierno francés dijo este domingo que una planeada reforma de pensiones sancionará a las compañías que paguen menos a sus empleadas que a los trabajadores varones, mientras intensifica una campaña para defender su controvertida iniciativa.
París. El gobierno francés dijo este domingo que una planeada reforma de pensiones sancionará a las compañías que paguen menos a sus empleadas que a los trabajadores varones, mientras intensifica una campaña para defender su controvertida iniciativa.
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, el arquitecto de la reforma que provocó una huelga nacional esta semana, rechazó críticas que argumentan que discrimina a las mujeres al forzarlas a trabajar más tiempo para obtener los pagos de la seguridad social.
Woerth dijo que la reforma compensará a las mujeres que tomaron licencia por maternidad con dos años de pagos adicionales de pensión.
"El problema no es el tiempo de los pagos en lo que respecta a las mujeres, el problema son los salarios: los salarios de las mujeres son menores que los de los hombres que hacen el mismo trabajo", dijo Woerth a Europe 1 radio. "Ese es un insulto a la democracia y a nuestro modelo social", añadió.
"En el texto (de esta reforma), hemos decidido multar a las compañías que diferencian entre salarios de hombres y de mujeres", dijo.
Woerth dijo que los sindicatos y el opositor Partido Socialista engañan a los votantes al decir que puede evitarse un planeado aumento de la edad mínima de jubilación a 62 años desde 60.
El Gobierno ha dicho que sin un incremento de la edad de jubilación, el sistema de pensiones de Francia perderá 45.000 millones de euros (US$57.100 millones) por año en el 2020.
Los sindicatos de Francia realizaron un paro nacional este martes y han convocado a una nueva protesta para el 27 de septiembre para forzar cambios a la reforma, pero el Gobierno del presidente, Nicolas Sarkozy, se ha negado a abandonar el aumento de la edad de jubilación.
"Los franceses saben que tenemos que reformar el sistema de pensiones", dijo Woerth a Europe 1. "Los sindicatos dicen que deberíamos reformar las pensiones sin elevar la edad de jubilación, pero en todos los países del mundo han hecho eso", argumentó.
La defensa de Woerth de su reforma ha sido difíl por una investigación por su presunta participación en una financiación política ilegal. El domingo, negó otra vez cualquier delito y dijo que no planeaba renunciar, como los sindicatos han exigido.