El volcán entró en una actividad eruptiva el pasado 25 de diciembre, lanzando cenizas y gases como dióxido de azufre, lo que llevó al traslado de cientos de familias hacia albergues.

El volcán San Cristóbal ha entrado en una relativa calma con sus altibajos, lo cual es propio de su actividad, y alegra la disminución de la caída de cenizas, informó este sábado la vocera del gobierno de Nicaragua, Rosario Murillo.

"También ha disminuido la salida de humo del cráter del coloso, y eso contribuye a normalizar la situación, y representa menos afectación a la salud", aseguró la vocera del gobierno nicaragüense.

El volcán San Cristóbal, en el occidente del país, entró en una actividad eruptiva el pasado 25 de diciembre, lanzando cenizas y gases como dióxido de azufre, lo que llevó al traslado de cientos de familias hacia albergues.

Murillo, quien también es la Primera Dama, en un informe en los medios del Poder Ciudadano, señaló que la situación del volcán San Cristóbal se ha mantenido estable, de acuerdo a las instituciones de salvamento.

Agregó que esos informes los recibió del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED), la Policía Nacional (PN), y la municipalidad del occidente.

"Esta mañana hubo un leve ascenso de los gases, pero no fue notoria, y no incrementó el nivel de cenizas, por el contrario ha venido disminuyendo", enfatizó Murillo.

Agregó que la situación tiende a normalizarse, y esa es la conclusión de los expertos y de las instituciones especializadas, y se continuará trabajando con boletines informativos sobre la actividad del coloso.

"Como gobierno se permanecerá en alerta porque estamos trabajando para ustedes familias nicaragüenses", acotó Murillo.

El volcán San Cristóbal es uno de los más activos de la cadena volcánica nicaragüense, y se localiza en el departamento de Chinandega, a 132 kilómetros al suroeste de Managua.

En otro orden, Murillo señaló que desde la noche de este viernes ocurrieron un aproximado de cuatro temblores, entre intensidades de 3,0 y 4,4 en la escala de Richter, pero no representaron peligro ni riesgo para la población.

Según Murillo, los movimientos telúricos han sido catalogados por los expertos como normales en las zonas costeras del Pacífico sur, la cual va desde el balneario de Masachapa hasta la frontera sur con Costa Rica.