La fuerte sequía que afecta al norte del país ha empezado a causar estragos a la economía y amenaza con una importante caída de la producción agrícola.
El gobierno de Juan Manuel Santos no descarta declarar emergencia social ante la fuerte sequía que afecta al norte del país, que ha empezado a causar estragos a la economía y amenaza con una importante caída de la producción agrícola en 2014, a causa del desabastecimiento de agua, los incendios y la mortandad de animales.
Producto de lo anterior, este jueves el presidente Santos encabezó un consejo extraordinario de ministros con el propósito de evaluar las medidas de choque para afrontar los estragos ocasionados por el Fenómeno de 'El Niño' en varias regiones del país.
Con la declaratoria de emergencia, las autoridades podrían tomar de manera autónoma medidas de urgencia para paliar la crisis, que afecta especialmente a los departamentos de La Guajira, Magdalena, Córdoba, Atlántico, Sucre, Bolívar y Cesar, donde se han presentado en las últimas semanas 642 incendios forestales, han muerto 32.000 reses y sólo el sector arrocero ha perdido el 47% de su producción en algunas regiones.
Además, en la costa del Caribe al menos 48 municipios padecen desabastecimiento de agua, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
Y lo peor está por llegar, ya que se prevé la llegada del Fenómeno de 'El Niño' para finales de año en Colombia, un país tropical muy sensible a estos fenómenos.
De acuerdo a la Sociedad de Agricultores de Colombia, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de este sector se verá reducido en 2014 al 3,3% desde el 5,2% alcanzado el año pasado.
El director de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) del municipio de Piojó, Alexander Mejía, calificó la situación de "caos" y calculó que sólo en esta localidad del departamento de Atlántico, cuya capital es Santa Marta, han muerto 400 reses.
En declaraciones a Efe, Mejía achacó la sequía a la deforestación, actividad "que se desarrolla desde hace tiempo" pero que se ha extendido aún más por la "falta de trabajo".
La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) también ha alertado de la muerte masiva de reses y su presidente, José Félix Lafaurie, exigió medidas a las autoridades.
Fedegan ha solicitado créditos con una tasa favorable y un plazo de pago de por lo menos cinco años, recursos que permitirían financiar la perforación de pozos profundos, la compra de bombas y la siembra de cultivos para alimentar al ganado.
Por su lado, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, afirmó que si no se toman medidas este sector podría reducir su producción entre 5 y 15% en los próximos 50 años.
Sólo el sector arrocero calcula pérdidas de 7.000 millones de pesos (US$3,7 millones) en los departamentos de Cesar y Guajira, donde además dejarán de producir 15.000 toneladas.
La Federación Nacional de Arroceros de Colombia (Fedearroz) informó de que de las 5.697 hectáreas sembradas este año en esos departamentos, el 47% son totalmente irrecuperables.
Sin embargo, el presidente Santos ya ha anunciado medidas. La más contundente es la inversión de 200.000 millones de pesos (108,300 millones de dólares) para atender y recuperar las zonas afectadas, de los cuales 35.000 millones de pesos (US$18,9 millones) ya han sido ejecutados, según la Unidad para Gestión del Riesgo.
En esos fondos se incluyen 8.300 millones de pesos (cerca de US$4,493 millones) para la adquisición de carro tanques, plantas desalinizadoras, moto bombas y potabilizadoras.
Además, 15.200 millones de pesos (US$8,231 millones) para fortalecer la capacidad aérea en la extinción de incendios y unos 12.700 millones de pesos (6,877 millones de dólares) para la compra de equipos de dotación.
