En este aniversario festejan que durante este cuarto de siglo no han recibido jamás financiamiento de gobiernos, empresas o partidos políticos y que el barco se construyó con el aporte de más de tres millones de personas en el mundo.

Un flamante barco velero especialmente diseñado para las acciones de la organización ambientalista Greenpeace, que cumple 25 años en Argentina, podrá visitarse en la Dársena Norte 6 del Puerto de Buenos Aires antes de que zarpe a nuevas acciones por los mares del mundo como Rainbow Warrior (Guerrero del Arco Iris).

A partir de este viernes, los próximos dos fines de semana el barco podrá ser visitado de manera gratuita los viernes, sábados y domingos, de 10 a 18 horas.

"El hecho de trabajar en un barco es de por sí un reto, pero trabajar en Greenpeace implica un nivel mayor porque participa gente de muchos lugares del mundo y cuando hacemos acciones, tenemos que pensar muy bien en los riesgos, tomando medidas para que no haya peligro para nuestros tripulantes", afirmó el capitán del Rainbow Warrior, Joel Stewart.

Respecto del atentado explosivo que destruyó el primer barco en la historia de Greenpeace, cuando era llevado a un sitio de ensayos nucleares de Francia en la Polinesia, Stewart manifestó que "fue un acto de terrorismo financiado y hecho por un gobierno".

"Es terrible que un gobierno, en su máximo nivel, haga un acto de terrorismo contra un grupo específico que no es violento, para silenciar y censurar", calificó.

Stewart, cuya experiencia laboral comenzó en el mando de un barco pesquero en Alaska, contó que como resultado del ataque "resultó muerto un fotógrafo, y no afectó a toda la tripulación porque afortunadamente estaba en tierra festejando un cumpleaños".

"Esto pasa todo el tiempo en el mundo, cuando se denuncian acciones en áreas comunes como el Ártico, o la pesca industrial en alta mar, o la construcción de las plantas térmicas de carbón, que es un crimen totalmente legal", planteó.

Entonces, "tenemos la libertad de expresarnos y hacer este tipo de acciones no violentas para llamar la atención sobre los graves crímenes morales", dijo.

El director de Greenpeace Argentina, Martín Prieto, explicó que en este aniversario celebran que "en 25 años no recibimos jamás financiamiento de gobiernos, empresas o partidos políticos, y el barco se construyó con el aporte de más de tres millones de personas en el mundo, 85.000 de las cuales son argentinas".

Recientemente, activistas de Greenpeace impidieron que zarpara un barco de perforación petrolífera contratado por la empresa Shell, que tenía previsto viajar desde Nueva Zelanda hacia el Ártico para hacer exploraciones en busca de crudo en la costa de Alaska, en Estados Unidos, según denunció la organización internacional.

Los activistas ocuparon por la noche el buque Noble Discoverer, subieron a la cubierta del barco y escalaron su torre de perforación.

"Tenemos que sacar al mundo del uso de combustibles fósiles y moverlo al de energías renovables, como solar, viento y otras soluciones, con un movimiento de gente tan fuerte que pueda competir con las corporaciones que contaminan por ganancias", opinó el capitán.

"Queremos un mundo limpio; tenemos que confrontar el cambio climático, no queremos los mares con sobrepesca, si no, perdemos la vida en el mar", alertó.

Para Stewart, "la línea del Ártico no se puede cruzar", considerando además que en el Golfo de México, "donde hay la mejor infraestructura del mundo para controlar derrames de petróleo, no se pudo hacer nada: no podemos dejar entrar a ellos en el Ártico, ni a los pesqueros industriales, ni a la minería".