Grupos de jóvenes realizaron protestas en pueblos y ciudades del norte después que el presidente Goodluck Jonathan, un cristiano del sur, fue declarado vencedor de las elecciones del 16 de abril, en las que derrotó al ex gobernante militar y musulmán del norte Muhammadu Buhari.
Lagos. Más de 500 personas murieron esta semana en el norte mayormente musulmán de Nigeria por actos de violencia post-electoral, dijo este domingo un grupo de derechos humanos local, y advirtió de nuevos choques durante los comicios estatales.
Grupos de jóvenes realizaron protestas en pueblos y ciudades del norte después que el presidente Goodluck Jonathan, un cristiano del sur, fue declarado vencedor de las elecciones del 16 de abril, en las que derrotó al ex gobernante militar y musulmán del norte Muhammadu Buhari.
Observadores y muchos nigerianos dicen que la votación fue la más creíble en décadas en la nación más poblada del Africa y líderes mundiales han felicitado a Jonathan. Pero Buhari dice que el conteo fue manipulado y sus partidarios se han negado a aceptar la derrota.
El Congreso de Derechos Civiles (CRC por su sigla en inglés) de Nigeria dijo que más de 500 personas murieron este lunes y martes en tres sólo poblaciones -Zonkwa, Kafanchan y Zangon Kataf- en la parte sur del estado de Kaduna, una de las áreas más afectadas.
"Las víctimas fueron rodeadas, asaltadas y asesinadas a machetazos y sus casas fueron quemadas", dijo el presidente del CRC, Shehu Sani, en un informe basado en testimonios de miembros del grupo en las comunidades.
Iglesias, mezquitas, viviendas y comercios fueron incendiados en los disturbios. Aunque un toque de queda impuesto por el Ejército logró controlar la violencia en las grandes ciudades tras poco más de un día, a los soldados les llevará más tiempo controlar los pueblos más remotos.
Sani dijo que el CRC -que tiene su sede en Kaduna- confirmó 316 muertos en Zonkwa, 147 en Zangon Kataf y 83 en Kafanchan.
"Los soldados no llegaron allí hasta después", sostuvo.
Un recuento de cifras de funcionarios de la Cruz Roja, trabajadores de salud y testigos de Reuters que visitaron morgues mostró que el número era al menos de 130. Pero eso fue en unos pocos pueblos grandes y ciudades, excluyendo las mencionadas en el reporte del CRC.
Más de 40.000 personas fueron desplazadas por la violencia.