Salud Hernández, reportera del diario El Mundo de España y El Tiempo de Colombia, fue entregada por los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a una comisión de la Iglesia y de la Defensoría del Pueblo en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Bogotá. La segunda fuerza guerrillera de Colombia liberó el viernes a tres periodistas, incluida una profesional española, que mantenía secuestrados en el noreste del país, informó el Gobierno.
Salud Hernández, reportera del diario El Mundo de España y El Tiempo de Colombia, fue entregada por los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a una comisión de la Iglesia y de la Defensoría del Pueblo en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Horas después, el ELN liberó sanos y salvos a los periodistas del Canal RCN Diego D'Pablos y Carlos Melo, que estaban retenidos desde el lunes, cuando llegaron a la zona para cubrir la información relacionada con el secuestro de Hernández.
"El secuestro es la cosa más estúpida y absurda que hay, no le veo justificación", dijo la Hernández en una conferencia de prensa en la ciudad de Ocaña, horas después de su liberación.
"Yo rechazo cualquier tipo de secuestro, no hay justificación jamás para un secuestro, es un delito que se debería erradicar de la faz de la tierra", agregó.
Hernández fue retenida el sábado cuando realizaba un reportaje sobre cultivos de hoja de coca en la región.
Las Fuerzas Militares lanzaron una operación por aire y tierra para tratar de rescatar a la periodista española y a los dos reporteros colombianos.
"Tuvimos los helicópteros muy cerca y tuvimos que correr a escondernos en un cocal", relató Hernández, de 59 años y quien reside en Colombia desde hace casi dos décadas.
El secuestro de los periodistas generó protestas de organizaciones que defienden la libertad de prensa, que exigieron su inmediata liberación.
En la zona donde se produjeron los secuestros hay extensas plantaciones de hoja de coca, materia prima de la cocaína, y tienen presencia estructuras guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el ELN y bandas criminales.
El Gobierno colombiano y el ELN, que cuenta con unos 2.000 combatientes, acordaron a finales de marzo iniciar un diálogo de paz como parte de los esfuerzos para acabar con un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos.
Pero Santos condicionó el comienzo de la negociación a que el grupo rebelde, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, suspenda los secuestros y los ataques contra los oleoductos.
"No activaremos ninguna mesa de negociaciones mientras el ELN no libere a todos los secuestrados y renuncie definitivamente a este crimen de lesa humanidad", dijo el mandatario después de celebrar liberación de los periodistas.