La batalla por la ciudad de 2,5 millones de habitantes se considera una prueba crucial para un Gobierno que ha concentrado importantes recursos militares por mantener el control de sus dos principales centros de poder, Aleppo y Damasco, ante la creciente insurgencia.
Helicópteros militares atacaban el sábado un distrito de la ciudad de Aleppo en manos de rebeldes, mientras unidades de combate tomaban posición para una gran ofensiva que podría determinar el destino de la segunda mayor ciudad de Siria, dijeron fuentes de la oposición.
Turquía, una vez aliado pero ahora una feroz crítico del Gobierno sirio, se sumó a la creciente presión diplomática sobre el presidente Bashar al-Assad, al pedir que se tomaran medidas internacionales para lidiar con la ofensiva militar.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de oposición que recaba información sobre la revuelta contra Assad que ya lleva 16 meses, reportó ataques de helicópteros contra el distrito de Salaheddine en Aleppo y enfrentamientos en otras partes de la ciudad.
"Helicópteros están tomando parte en los combates a la entrada del distrito de Salaheddine y lo están bombardeando", dijo el grupo en un comunicado enviado por correo electrónico. "También se han producido choques violentos a la entrada del distrito de Sakhour", manifestó.
Un activista de la oposición dijo que había visto tanques sirios y vehículos militares blindados yendo en dirección a Salaheddine.
La batalla por la ciudad de 2,5 millones de habitantes se considera una prueba crucial para un Gobierno que ha concentrado importantes recursos militares por mantener el control de sus dos principales centros de poder, Aleppo y Damasco, ante la creciente insurgencia.
Aunque ninguno de los dos bandos ha logrado tomar el control, el resultado del levantamiento está siendo observado con ansiedad en la región circundante y más allá, en medio de los temores a que los disturbios sectarios se extiendan a países vecinos volátiles.
Expertos militares creen que el poderoso Ejército de Assad aplastará a los rebeldes en Aleppo y en otras grandes ciudades del país, pero que se arriesga a perder el control en los sectores rurales porque la lealtad de grandes sectores de las fuerzas armadas está en duda.
"Es posible que las fuerzas de Assad logren una victoria táctica que represente un revés para las fuerzas de oposición y permita al régimen mostrar su dominio militar", dijo el analista Ayham Kamel del Eurasia Group, que sin embargo añadió que los insurgentes se están volviendo más fuertes, a diferencia de los militares.
Turquía reclama acciones. Tres rebeldes murieron en choques ocurridos entre la medianoche y la madrugada del sábado en Aleppo, dijo el Observatorio. Agregó que 160 personas perdieron la vida en Siria el viernes, sumándose a una cifra total de alrededor de 1.800 víctimas fatales desde el inicio de la revuelta.
Imágenes de video divulgadas por el Observatorio mostraron humo elevándose sobre un bloque de viviendas en la ciudad entre un cielo brumoso el sábado. El sonido de esporádicos disparos se podía escuchar claramente.
Aunque la atención se centraba en Aleppo, también se reportaron choques en ciudades de todo Siria: Derá, la cuna de la revolución; Homs, escenario de algunos de los peores combates; y Hama, donde un levantamiento contra el padre de Assad a inicios de la década de 1980 fue reprimida ferozmente y dejó miles de muertos.
Al menos 10 personas murieron en actos de violencia el sábado cuando las fuerzas de seguridad sirias entraron al sector de Maadameyat al-Sham cerca de Damasco, dijo el Observatorio.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, dijo a última hora del viernes que las instituciones internacionales debían trabajar en conjunto para hacer frente a la ofensiva militar sobre Aleppo y a la amenaza de Assad de usar armas químicas contra los enemigos del exterior.
"Hay una ofensiva en Aleppo, y las recientes declaraciones relacionadas con el uso de armas de destrucción masiva son acciones que no podemos seguir tomando como observadores o espectadores", dijo en una rueda de prensa conjunta en Londres con el primer ministro británico, David Cameron.
"Se debe tomar medidas conjuntas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Organización de Países Islámicos y la Liga Arabe, y debemos trabajar juntos para tratar de superar la situación", declaró, tras animar al bando rebelde.