Rina, que según los pronósticos sería uno de los últimos ciclones de la actual temporada, se desplazaba en dirección oeste-noroeste, a una velocidad lenta de 9 kilómetros por hora.
Cancún, México. El huracán Rina, que se debilitó este miércoles a categoría 1, se dirigía a centros turísticos clave del Caribe mexicano como Cancún y Playa del Carmen, donde turistas y pobladores tomaban medidas para resguardarse de la tormenta.
Rina, que según los pronósticos sería uno de los últimos ciclones de la actual temporada, se desplazaba en dirección oeste-noroeste, a una velocidad lenta de 9 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) a las 1730 GMT.
De todas maneras, Rina arrojaría mucha lluvia en la región y provocaría olas altas, por lo que las autoridades mexicanas recomendaban no exponerse.
"Lo que el servicio meteorológico nacional recomienda es estar muy pendiente de la evolución de estos sistemas.
Acuérdense de que los huracanes no tienen palabra de honor", dijo en rueda de prensa el coordinador del Servicio Meteorológico Nacional, Adrián Vázquez.
El secretario de Turismo del estado de Quintana Roo, donde se ubican los balnearios, informó que la mayoría de los hoteles servirán como autorrefugios para los 82,000 turistas que se encuentran en la zona, siempre y cuando el huracán no se intensifique.
El funcionario pidió no visitar el estado, ubicado en la península de Yucatán, hasta que pasen los efectos de Rina.
"Las recomendaciones para las personas que pensaban viajar en este momento es que no lo hagan, que traten de cambiar sus reservaciones para otra ocasión", recomendó.
El aeropuerto de Cancún, operado por Asur, dijo que había nueve vuelos de llegada cancelados y que los de salida operaban normalmente.
Unos 2.800 habitantes y 200 turistas de la paradisíaca isla de Holbox, al norte del estado, fueron evacuados debido a que se trata de un territorio bajo, muy propenso a inundaciones y a la furia del mar en caso de tormenta.
El martes fueron evacuados cientos de pobladores de Punta Allen, al sur de Cancún, y de Banco Chinchorro, un pequeño centro de buceo al sur del estado.
El centro de Rina se ubicaba a media tarde del miércoles a unos 290 kilómetros al sur-sureste de la isla de Cozumel, famosa por sus centros de buceo y sus arrecifes coralinos.
Compras de pánico, ventanas protegidas. Cancún, importante fuente de divisas para México, fue azotado en el 2005 por el huracán Wilma, que provocó daños millonarios y deterioró sus famosas playas de blancas arenas, que todavía se encuentran en recuperación.
"Todos aquí parecen saber qué hacer cuando ocurra, entonces creo que vamos a estar bien", dijo a Reuters María Rodríguez, una estadounidense de Filadelfia, mientras corría en la playa.
Otros no estaban tan conformes. En el aeropuerto de Cancún algunos turistas habían decidido acortar su estadía y regresar a casa, pero muchos no lo habían logrado porque los vuelos estaban llenos.
En Playa del Carmen, donde es probable que el centro del huracán toque tierra, los supermercados sufrían desabastecimiento por compras de pánico el lunes y martes ante temores de la población de que el huracán provoque el cierre de comercios durante varios días.
"Ya aquí muchos tapiaron sus ventanas con maderas, las autoridades dijeron que ya desde la tarde no debe haber nadie en la calle. Por suerte hicimos compra el fin de semana porque ya no hay nada en supermercados y las gasolineras igual", dijo Flor Razo, una fabricante de bisutería en ese centro turístico.
El gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, decretó la suspensión de clases en todos los municipios a lo largo de la costa norte del estado para evitar el tránsito de vehículos y facilitar las labores de Protección Civil.
Había unos 1.130 refugios preparados para recibir principalmente a la población más vulnerable, que vive en zonas bajas.
El miércoles, las compañías que administran parques marinos alrededor de Cancún trasladaron a más de dos decenas de delfines, algunos de ellos hembras preñadas, a zonas más seguras.
La trayectoria esperada del huracán indicaba que Rina golpeará el Caribe mexicano pero luego se desviaría hacia el noreste sin atravesar la península de Yucatán, con lo cual las plataformas petroleras mexicanas en el Golfo de México no se verían afectadas.
Un portavoz de la petrolera estatal mexicana Pemex dijo que las operaciones en el Golfo de México se realizaban con normalidad.
"Parece que la ruta no va a tocar plataformas", dijo.