El incendio en la discoteca Kiss de la ciudad brasileña de Santa María dejó al menos 233 muertos y 131 heridos. La tragedia llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a suspender su participación en la Cumbre de la Celac-UE.
El Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Estado de Río Grande do Sul informó que del total de víctimas fatales, 120 son hombres y 112 mujeres.
La cantidad de víctimas podría aumentar debido a que hay personas graves entre los 131 heridos que se encuentran hospitalizados en distintos centros sanitarios, informó a la Agencia Brasil de Comunicación Cleberson Bastianello, del Batallón de Operaciones Especiales.
La mayoría de los fallecidos, que celebraban la fiesta en la discoteca Kiss, son estudiantes de la Universidad Federal de Santa María que expresó en su página web las condolencias a las familias de las víctimas.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó hacia las 2.30 hora local (4.30 GMT) cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como "Lluvia de plata", cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
La conmoción causada por la tragedia llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a suspender su participación en la Cumbre de la CELAC-UE en Santiago de Chile y emprender su regreso anticipado al país para acompañar a la población de Santa Maria y decretar tres días de luto oficial en memoria de las víctimas.
Ya en el lugar, Rousseff visitó el hospital de la Caridade de Santa María, uno de los que más heridos recibió, para conversar con las víctimas y sus familiares, y posteriormente recorrió el Centro Deportivo Municipal, donde fueron depositados los cadáveres retirados de la discoteca.
La Presidenta conmovida dijo que "en este momento de tristeza estamos juntos y, aunque manteniendo la tristeza, vamos a superarlo" y destacó que si bien Rio Grande do Sul tiene estructura suficiente para afrontar la tragedia, el Gobierno nacional está enviando "todo lo necesario" para asistirlo.
Una de las sobrevivientes dijo a la prensa local que el fuego se originó por las chispas de "un artefacto" que llevaba el cantante de una de las dos bandas (Gurizada Fandangueira y Pimenta y sus comparsas) que actuaron esta madrugada y que se prendieron en el techo.
"(El artista) estaba cantando. Tenía en la mano, no recuerdo bien, un artefacto que despedía chispas. Ahí, no sé si levantó la mano, o cómo fue", pero las chispas "llegaron al techo, que estaba cubierto de una espuma aislante. Ahí comenzó muy rápido el fuego", dijo Taynne Vendruscolo, de 25 años, a la Radio Estadão.
Según la joven, cuando el cantante terminó, el techo encima del escenario estaba cubierto de llamas.
"Al principio creíamos que se apagaría con algún extintor y seguiría la fiesta", pero lo que siguieron fueron interminables minutos de pánico, en los que centenares de personas trataban de llegar a la calle para huir de las llamas que devoraban la discoteca.
Vendruscolo, que estaba en un área VIP de la discoteca cercana a la salida, lo que le permitió dejar rápido el lugar, contó que bomberos, policía y ambulancias "llegaron muy rápido" y comenzaron a romper ventanas y puertas para ayudar a la gente a evacuar.
Otra de las sobrevivientes aseguró al diario "Folha de Sao Paulo" que lo vivido "fue una escena de una película de terror".
La empleada de oficina Michelle Pereira, de 34 años, relató que se encontraba cerca de la puerta de salida de la discoteca, cuando comenzó el fuego en el techo del escenario de la sala y por esa razón logró ponerse a salvo rápidamente.
"Era la única (puerta) que tenía por lo que vi, porque todo el mundo estaba saliendo por ella o por la puerta de entrada", explicó.
La joven contó que vio "muchas personas que eran pisoteadas en la desesperación por salir de allí" y que cuando salió vio "cuerpos caídos por el suelo, mucha gente desmayada, llorando, intentando respirar porque había mucho humo".
Pereira relató que estaba acompañada de una amiga que al comenzar el incendio se encontraba en el baño. "Yo estaba en el lado opuesto, cerca del escenario y próxima a la puerta de salida. Tendría que haber cruzado la pista entera para intentar encontrarla y en el tumulto era imposible".
En tanto, el cónsul argentino en la ciudad brasileña de Uruguayana, circunscripción a la que pertenece la localidad de Santa María, Alfredo Ortíz Baeza, dijo a Télam que "hasta este momento" en el que se comunicó con las autoridades locales "no hay argentinos entre los reconocidos del total de 233 muertos, de los cuales sólo restaban 5 por reconocer. Tampoco entre los heridos”.
Además se conoció que la licencia de funcionamiento de la discoteca estaba vencida desde agosto pasado, "necesaria para el funcionamiento normal de la casa", según el comandante del Cuerpo de Bomberos de la Región Central del Estado de Río Grande do Sul, teniente coronel Moisés da Silva Fuchs, citado por la agencia de noticias EFE.
La discoteca donde ocurrió el siniestro está ubicada en una calle del centro de Santa María y su propietario es un empresario de la ciudad que ya se presentó a la policía para ser interrogado.
Ni la capacidad del establecimiento ni el número de personas que se encontraban en la discoteca han sido establecidos por las autoridades, mientras los sobrevivientes hablan de cifras que oscilan entre 400 y 2.000 personas presentes en el lugar.
El incendio es el más trágico en los últimos 50 años en Brasil, luego de que el 17 de diciembre de 1961 en una función de un circo en la ciudad de Niteroi murieran al menos 503 personas, en su mayoría menores de edad y recuerda la trágica noche del 30 de diciembre del 2004 cuando 194 jóvenes murieron en el boliche de Once, Cromañón durante un incendio con similares características.