"Los expertos locales e internacionales que han investigado este episodio han concluido que el origen del incendio fue provocado por un accidente, que no hubo rociamento de gasolina, una explosión o un cortocircuito", dijo la jefe de fiscales del ministerio Público.
Tegucigalpa. El trágico incendio de una cárcel en Honduras donde murieron 359 personas fue causado accidentalmente por un cigarrillo o una vela que los reos dejaron encendida y que prendió fuego a un colchón o tela, dijo el martes el ministerio Público.
La granja penal de Comayagua, situada 75 kilómetros al norte de Tegucigalpa, se incendió entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de febrero con un resultado de 355 personas muertas, muchos de ellos calcinados o asifixiados.
Otras cuatro personas fallecieron después en hospitales.
El penal, parte de un sistema carcelario caracterizado por el hacinamiento, la sobrepoblación, la corrupción y el control del crimen organizado, alojaba 852 reos, sobre los 400 para los que fue construido, dicen autoridades.
"Los expertos locales e internacionales que han investigado este episodio han concluido que el origen del incendio fue provocado por un accidente, que no hubo rociamento de gasolina, una explosión o un cortocircuito", dijo a Reuters la jefe de fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera.
"Lo que se sospecha es que alguien estaba fumando o tenía encendida una vela y dio inicio al incendio. Que no hubo mano criminal", agregó la funcionaria.
La investigación del incendio fue apoyada por un equipo de especialistas de Estados Unidos, el llamado Equipo de Respuesta Internacional del Buró de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego (ATF IRT), enviado por Washington a pedido del gobierno de Honduras, para investigar este episodio.
Este fue el tercer incendio letal en las cárceles de Honduras desde el 2003.
Centenares de familiares de los reos muertos esperan acampando por los resultados de un lento proceso de identificación de las víctimas.
El lunes varios de ellos, en su mayoría mujeres gritando y llorando, irrumpieron en la morgue y rompieron varias bolsas plásticas donde se encontraban al menos una decena de restos calcinados, reclamando la entrega de los cuerpos.
Autoridades forenses dicen que se practicaron 277 autopsias y que este proceso culminaría el miércoles con las restantes. Una cantidad de muestras no precisadas serían enviadas a Chile y a Perú para pruebas de ADN. Pero sólo 27 restos han sido entregados a familiares.