La Organización Nacional Indígenas de Colombia (ONIC) denunció, en coincidencia con la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que en lo que va de 2012 han sido asesinados 54 aborígenes de diferentes zonas del país.
Indicaron además que unas nueve mil personas debieron dejar sus viviendas. La información se dio a conocer mientras los pueblos originarios buscan la demilitarización de la región del Cauca.
La Organización Nacional Indígenas de Colombia (ONIC) denunció, en coincidencia con la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que en lo que va de 2012 han sido asesinados 54 aborígenes de diferentes zonas del país.
La ONIC indicó en un informe publicado anoche que las comunidades más afectadas son la Paez, con 17 miembros asesinados, la Embera (15) y Awá (5).
Según la organización, cuyo reporte fue reproducido por DPA, el 26,5% de los homicidios se registró en el departamento de Cauca (sudoeste), donde los nativos se movilizan desde principios de julio para excluir de sus territorios tanto a militares como a guerrilleros, mientras que Nariño (sur) y Risaralda (centro) tienen 14,81% cada uno.
En el documento, la ONIC señaló también que entre enero y julio de 2012 se registraron en el país 24 eventos de desplazamiento masivo en los que al menos 1.890 familias, cerca de 9.000 personas, tuvieron que dejar sus viviendas.
El conflicto armado interno que vive Colombia desde hace casi medio siglo, protagonizado por la fuerza pública, grupos guerrilleros, paramilitares y bandas criminales, es la principal causa de la violación a los derechos de los aborígenes, y los paeces (con una población de 130.000 nativos) son los más afectados.
Finalmente, el organismo pidió "la intervención inmediata de la Fiscalía, la Corte Penal Internacional y del asesor especial para la Prevención del Genocidio de las Naciones Unidas" para verificar "el impacto real de las recomendaciones hechas al Estado colombiano dentro de sus informes oficiales".
Este jueves, el relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, exhortó al gobierno del presidente Juan Manuel Santos a actuar con celeridad y a consultar con las autoridades originarias antes de establecer cualquier presencia militar en su territorio.
"Es imprescindible tomar las medidas necesarias para revertir los patrones de violencia que afectan a estos pueblos", consignó el relator de la ONU.
Los aborígenes y el gobierno iniciaron un proceso de diálogo después de varios meses de tensión en la zona por el enfrentamiento entre nativos y el ejército, en el marco de la intensificación de ataques guerrilleros.