Efectos adversos del calentamiento global se “inclinan en contra de muchas de las regiones más pobres del mundo”, detalló el estudio preparado para el Banco Mundial por el Potsdam Institute for Climate Impact Research y Climate Analytics.
Al igual que la imagen satelital del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia tomada durante el verano, un informe reciente sugiere que se puede estar acabando el tiempo para atenuar los riesgos cada vez mayores del cambio climático.
El informe “Turn Down the Heat: Why a 4°C Warmer World Must be Avoided” (Reducir el calor: Por qué se debe evitar un aumento de 4°C de la temperatura mundial) advierte que avanzamos hacia un incremento de 4°C de la temperatura del planeta que provocará olas de calor extremo, disminución de las existencias de alimentos a nivel mundial, pérdida de ecosistemas y biodiversidad, y una elevación potencialmente mortal del nivel de los océanos.
Además, los efectos adversos del calentamiento global se “inclinan en contra de muchas de las regiones más pobres del mundo” y es posible que socaven los esfuerzos y los objetivos mundiales de desarrollo, dice el estudio preparado para el Banco Mundial por el Potsdam Institute for Climate Impact Research y Climate Analytics. En el documento se insta a tomar “medidas de mitigación adicionales como el mejor seguro contra un futuro incierto”.
“Se puede y se debe evitar un aumento de 4°C de la temperatura mundial; tenemos que frenar el calentamiento del planeta para que no supere los 2°C”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
“Si no se adoptan medidas con respecto al cambio climático se corre el riesgo de que el mundo que hereden nuestros hijos sea completamente diferente del mundo en que vivimos hoy. El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta el desarrollo y tenemos que asumir la responsabilidad moral de actuar en beneficio de las generaciones futuras, especialmente los más pobres”, detalló.
El informe, que ha sido examinado por algunos de los científicos más importantes del mundo, se publicará antes de los próximos amplios estudios del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en 2013-14, y sigue al Marco Estratégico sobre Desarrollo y Cambio Climático del Banco Mundial de 2008 y el Informe sobre el desarrollo mundial 2010: Desarrollo y cambio climático. “Turn Down the Heat” combina una síntesis de la literatura científica reciente con el nuevo análisis de los posibles impactos y riesgos, centrándose en los países en desarrollo.
Detalla el cambio climático y los efectos que ya se han observado, como las olas de calor y otros eventos extremos, y ofrece proyecciones para el siglo XXI sobre sequías, olas de calor, elevación del nivel de los océanos, alimentos, agua, ecosistemas y salud humana.
El informe dice que el clima de hoy en día podría aumentar la temperatura media actual del planeta de 0,8°C por encima de los niveles de la era preindustrial, a casi 4°C para 2100, incluso si los países cumplen sus actuales promesas de reducir las emisiones.
“Este informe reafirma la realidad de que la volatilidad climática actual influye en todo lo que hacemos”, señaló Rachel Kyte, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco. “Redoblaremos nuestros esfuerzos para desarrollar la capacidad de adaptación y la resiliencia, y para encontrar soluciones al desafío del cambio climático”, agregó.
El Banco Mundial duplicó los préstamos para la adaptación al cambio climático el año pasado y tiene previsto intensificar los esfuerzos para respaldar las iniciativas de los países para mitigar las emisiones de carbono y promover el crecimiento verde inclusivo y el desarrollo con un enfoque acertado en relación con el clima.
Entre otras medidas, el Banco administra los US$7.200 millones de los Fondos de Inversión en el Clima que operan actualmente en 48 países y movilizan un monto adicional de US$43.000 millones en inversiones que no producen contaminación y que refuerzan la adaptación al cambio climático.
Elevación del nivel de los océanos. Según el informe, el nivel de los océanos se ha estado elevando más rápidamente en las últimas dos décadas que antes, y este aumento se está observando en muchas regiones tropicales del mundo.
Este fenómeno se debe en parte al derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. El rápido crecimiento de la zona de derretimiento observado desde la década de 1970 en la capa de hielo de Groenlandia es un claro ejemplo de su creciente vulnerabilidad. Los hielos del Ártico también alcanzaron un mínimo sin precedentes en septiembre de 2012.
“Hay indicios de que la mayor extensión de hielo derretido de los últimos 225 años se ha producido en la última década”, dice el documento.
“Es temprano todavía, pero claramente algunos de los pequeños Estados insulares y las comunidades costeras están comenzando a hacer un examen a fondo de sus opciones”, indicó Erick Fernandes, codirector del Equipo Mundial de Expertos sobre la Adaptación al Cambio Climático del Banco.
“La necesidad de adaptarse al cambio climático aumentará a medida que la población mundial llegue a 9.000 millones en 2050”, añadió.
Acidificación de los océanos. Los arrecifes de coral son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura y los niveles de acidez del agua.
El informe advierte que para cuando los niveles de calentamiento lleguen a 1,4°C en la década de 2030, los arrecifes de coral podrían dejar de crecer. Esto sería una consecuencia de la acidificación de los océanos como resultado de mayores concentraciones de CO2. Y con 2,4°C, los arrecifes de coral en varias zonas pueden realmente empezar a disolverse.
Es probable que esto tenga profundas consecuencias para las personas que dependen de ellos para la alimentación, los ingresos, el turismo y la protección de las costas.
Calor extremo. Un planeta 4°C más caliente sufriría además olas de calor más extremo, y estos efectos no serían uniformes en todo el mundo, según el documento.
En el Mediterráneo subtropical, el Norte de África, Oriente Medio y partes de los Estados Unidos se prevén aumentos de 6°C o más de las temperaturas medias mensuales durante el verano.
Se espera que las temperaturas del mes de julio más cálido entre 2080-2100 en el Mediterráneo se aproximen a 35°C, cerca de 9°C superior que en el mes de julio más caluroso estimado para la actualidad.
El mes de julio más caluroso en el Sahara y Oriente Medio presentará temperaturas de hasta 45oC, o 6o-7oC por encima del mismo mes más caluroso simulado para la actualidad.
Menor rendimiento agrícola. Un clima más cálido podría a su vez reducir los rendimientos de los cultivos si se produce un aumento de 4°C de la temperatura mundial, incrementando las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria en el futuro.
Los experimentos de campo han demostrado que los cultivos son muy sensibles a temperaturas por encima de ciertos umbrales.
Un estudio citado en el informe revela que cada “día de cultivo” a una temperatura de 30° disminuye el rendimiento en un 1% en condiciones de secano sin sequía.
El informe afirma además que las zonas afectadas por sequías de las actuales tierras agrícolas mundiales aumentarán de 15,4% a aproximadamente 44% en 2100.
Las regiones más perjudicadas en los próximos 30 a 90 años estarán probablemente en África meridional, Estados Unidos, Europa meridional y Asia sudoriental, agrega el documento.
En África, este predice que el 35% de las tierras de cultivo no serán aptas para este fin si se produce un aumento de 5°C de la temperatura mundial.
Riesgos para los sistemas de apoyo humano. El informe identifica riesgos graves relacionados con los efectos adversos sobre la disponibilidad de agua, particularmente en el Norte de África y África oriental, Oriente Medio y Asia meridional.
Las cuencas de ríos como el Ganges y el Nilo son particularmente vulnerables. En la Amazonia, los incendios forestales podrían hasta duplicarse para 2050. El mundo podría perder varios hábitats y especies con un aumento de 4°C de la temperatura mundial.
Impactos no lineales. A medida que el calentamiento global se aproxima y supera los 2°C, se corre el riesgo de provocar puntos de inflexión no lineales.
Los ejemplos incluyen la desintegración de la capa de hielo de la Antártida occidental, que conlleva una elevación más rápida del nivel de los océanos, o la muerte gradual en gran escala de los bosques en la Amazonia, que afecta drásticamente a ecosistemas, ríos, agricultura, producción de energía, y medios de subsistencia.
A esto se sumaría además al calentamiento global del siglo XXI y afectaría a continentes enteros.
Simplemente no se debe permitir que se produzca el anunciado aumento de 4°C de la temperatura mundial; el calor debe ser reducido. Solo se logrará con acciones internacionales que se adopten de manera temprana y conjunta.