El informe de 75 páginas de Human Rights Watch dibuja un panorama preocupante sobre la situación de derechos humanos en 2012 en 14 países del continente americano.
El grupo "Human Rights Watch" (HRW) denuncia hoy en su informe anual abusos de poder en Venezuela, la "impunidad crónica" por violaciones de derechos humanos en Colombia, un agravado clima de violencia en México, y la represión de la disidencia en Cuba, entre otros problemas en la región.
El informe de 75 páginas dibuja un panorama preocupante sobre la situación de derechos humanos en 2012 en 14 países del continente americano.
Así, el informe de HRW denuncia que desde que el presidente venezolano, Hugo Chávez, llegó al poder hace 14 años, "la acumulación de poder en el Ejecutivo y el deterioro de las garantías de derechos humanos han permitido que el gobierno intimide, censure y enjuicie" a quienes critican al mandatario o se oponen a su agenda.
Chávez y sus partidarios "han abusado de su poder en una gran variedad de casos que han afectado al poder judicial, los medios de comunicación y defensores de los derechos humanos", indica.
El documento también denuncia que las ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes de seguridad en Venezuela siguen siendo "una práctica recurrente" y que, según cifras oficiales, 7.998 personas "habrían muerto a manos de miembros de las fuerzas seguridad pública" entre enero de 2000 y los primeros cuatro meses de 2009.
En el caso de Colombia, el informe destaca que los grupos armados irregulares siguieron cometiendo "graves abusos" en 2012
"La impunidad crónica en casos de violaciones de derechos humanos continúa representando un grave problema", advierte HRW, que señala, no obstante, que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos "ha repudiado públicamente las amenazas y agresiones contra defensores de los derechos humanos".
El informe señala que la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, pensada para ayudar a la población de desplazados internos, "ha avanzado lentamente" y muchas personas que han presentado reclamos dentro de esa ley "han sufrido amenazas y ataques".
HRW señala que el diálogo de paz iniciado entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en octubre de 2012 es "la primera oportunidad de Colombia en más de una década" para resolver casi 50 años de conflicto armado.
El análisis también destaca que, en el marco de la lucha antinarcóticos y del crimen organizado, las fuerzas de seguridad en México han cometido "numerosas violaciones de derechos humanos, incluidas ejecuciones, desapariciones y torturas", y que "casi ninguno de estos abusos se investiga adecuadamente".
Esa situación "ha exacerbado el clima de violencia e impunidad que prevalece en muchas regiones" en México, advirtió.
HRW criticó que la mayoría de los abusos cometidos por militares siguen siendo juzgados en el fuero militar, "que carece de independencia e imparcialidad".
Por otra parte, HRW consideró que Cuba "sigue siendo el único país de América Latina donde se reprimen casi todas las formas de disenso político" y en 2012 La Habana continuó recurriendo a "detenciones arbitrarias, golpizas, actos de repudio, restricciones de viaje y exilio forzado".
El Gobierno cubano liberó a decenas de presos políticos en 2010 y 2011, "pero aún es común que se condene a disidentes a cumplir penas de uno a cuatro años de prisión mediante juicios a puerta cerrada y sumarios", mientras otros son sometidos a detenciones prolongadas sin acusación alguna, dijo HRW.
El grupo humanitario señaló que aunque Cuba ha eliminado el requisito de obtener un permiso de salida de la isla, las reformas actuales "podrían ser utilizadas por las autoridades para continuar denegando el derecho a viajar a personas críticas del Gobierno".
Estados Unidos no escapó al escrutinio de HRW, que criticó su continua práctica en 2012 de la pena de muerte, la emisión de penas carcelarias con grandes disparidades raciales, un número "histórico" de 396.906 deportados, y las detenciones sin cargos formales en su centro penal en Guantánamo.
El informe también incluye la situación de los derechos humanos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, y Perú.