Ingenieros nipones admitieron la formación de orificios de entre siete y diez centímetros de diámetro en el casco protector de los reactores números uno y dos de la central de Fukushima-1, informó la compañía Tepco, operadora de la planta averiada.
Tokio, Andina. Ingenieros nipones admitieron la formación de orificios de entre siete y diez centímetros de diámetro en el casco protector de los reactores números uno y dos de la central de Fukushima-1, informó la compañía Tepco, operadora de la planta averiada.
Según Tepco, los primeros orificios de tres centímetros se formaron en la capa protectora del primer reactor 18 horas después del terremoto, 50 horas más tarde su diámetro aumentó hasta siete centímetros.
En el segundo reactor aperturas de diez centímetros aparecieron 21 horas después del terremoto, consigna el cable de la agencia RIA Novosti.
Es la primera vez que Tepco hace este tipo de afirmaciones, aunque anteriormente ciertos expertos admitieron que la fusión de las barras de combustible pudo haber causado orificios no sólo en los edificios de reactores sino que en la capa protectora.
No obstante, Tepco resaltó que por ahora no puede comprobar si los orificios en la capa protectora realmente existen ya que los datos presentados están basados en un análisis.
El fuerte seísmo, de 9 grados de magnitud, y el posterior tsunami que sacudieron Japón el pasado 11 de marzo dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración en Fukushima-1 lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas de material radiactivo.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón (NISA) anunció el 12 de abril haber elevado el accidente de Fukushima-1 al nivel de peligro 7, el máximo en la escala Internacional de Accidentes Nucleares INES.