El domingo se cerraron los aeropuertos de Islandia ante el temor a que la ceniza procedente del volcán Grimsvotn, que entró en erupción el sábado, ponga en peligro la seguridad del tráfico aéreo.
Paris. La ceniza procedente del volcán más activo de Islandia podría llegar al norte de Escocia el martes y a partes de Reino Unido, Francia y España el jueves o el viernes si la erupción continúa con la misma intensidad, según una advertencia enviada el domingo a aerolíneas.
Sin embargo, expertos señalaron que aún esperaban que el impacto de la erupción sea limitado para el tráfico aéreo de Europa.
La advertencia está basada en los últimos pronósticos meteorológicos para los próximos cinco días, pero está siendo tratada con cautela ante la incertidumbre sobre el modo en el que se portará el volcán.
El domingo se cerraron los aeropuertos de Islandia ante el temor a que la ceniza procedente del volcán Grimsvotn, que entró en erupción el sábado, ponga en peligro la seguridad del tráfico aéreo.
Los vientos están llevando ahora las cenizas al norte, por lo que las autoridades han dicho que hay poco riesgo de alteraciones en las rutas europeas y transatlánticas en las próximas 24 horas.
Pero con el ingreso de un sistema de bajas presiones en Europa y Escandinavia, existe la preocupación de que crezcan los vientos del noroeste capaces de dispersar la ceniza hacia el resto de Europa.
Las aerolíneas fueron informadas que tendrán que prepararse para esta posibilidad durante una llamada con expertos meteorológicos y responsables del tráfico aéreo europeo.
Las cenizas podrían llegar al norte de Escocia a mediodía del martes y a otras zonas de Reino Unido, el oeste de Francia y el norte de España el jueves o el viernes si nada cambia, dijeron funcionarios meteorológicos.
Una portavoz de Eurocontrol no quiso hacer comentarios sobre reportes anteriores que descartaban problemas en las próximas 24 horas.
El volcán Grimsvotn, situado bajo el mayor glaciar de Islandia, el Vatnajokull, en el sudeste del país, explotó el sábado en una erupción más fuerte que la anterior, en 2004.
La columna de humo se disparó a unos 20 kilómetros de altura, formando una enorme masa que borboteaba y rezumaba por encima de las nubes sobre la isla del Atlántico norte.
Varios expertos no esperan que cause los mismos problemas que el Eyjafjallajokull, que en abril del año pasado obligó a parar a las aerolíneas europeas durante días, ya que sus erupciones suelen ser más pequeñas y sus partículas tienen una menor probabilidad de dispersarse a tanta distancia en la atmósfera.
"No hay motivos para esperar que la actual alteración del Grimsvotn produzca el volumen de cenizas fragmentadas y finas que causaron tantas alteraciones el año pasado en la erupción del Eyjafjallajokull", dijo el experto del Grupo de Dinámicas de Volcán de la Universidad Abierta David Rothery.
"Habrá una desviación de algunos vuelos transatlánticos, pero dudo que sea necesario cerrar el espacio aéreo europeo. También se espera que la alteración cause inundaciones locales debido a la fuga de agua procedente del deshielo", agregó.
La autoridad islandesa de aviación civil, Isavia, decidió cerrar el principal aeropuerto de la isla, situado a casi 50 kilómetros de la capital, Reikiavik, tras imponer el sábado una prohibición de vuelo de 222 kilómetros a la redonda del área afectada.