Cien carreteras departamentales en Antioquia tienen problemas de movilidad como consecuencia del invierno y los diez alcaldes del Valle de Aburrá, buscan una estrategia conjunta para auxiliar a las víctimas.
Bogotá. Colombia está inundada. Las intensas lluvias provocadas por la extensión del fenómeno de La Niña ya tienen en apuros a 30 de los 32 departamentos del país, han causado 136 muertes y afectado a más de 250 mil familias y amenazan con generar nuevos derrumbes en las principales vías de comunicación, la mayoría de ellas en la Región Andina.
En Antioquia, donde hay más de 30 mil damnificados, este miércoles fue declarada la alerta roja, ante la acentuación de las imágenes de dolor de cada invierno. El río Cauca, responsable de buena parte de las pérdidas en ese departamento, también causó estragos por desbordamientos en Valle del Cauca, que suficiente tenía ya con el caos ocasionado tras la creciente del río Jamundí.
La tragedia se tomó los lugares de privilegio en noticieros, páginas web y emisiones radiales locales y comunitarias, en las que aún ahora siguen retransmitiendo las voces de los expertos que advierten sobre la necesidad de extremar medidas porque las lluvias no amainarán pronto. Y como sigue lloviendo, los ríos continuarán con tendencia a superar su cota, lo que a su vez puede causar nuevos desbordamientos e inundaciones. Sin olvidar la tendencia a los derrumbes en las zonas de montaña, en las que tradicionalmente están las comunidades más vulnerables. Como Ciudad Bolívar, en Bogotá; Soacha, en Cundinamarca, o las comunas pobres de Medellín.
Según el director de Socorro Nacional de la Cruz Roja, Carlos Iván Márquez, la mitad de los 1.100 municipios sufren por el invierno. Y no resulta difícil probarlo: 100 carreteras departamentales en Antioquia tienen problemas de movilidad como consecuencia del invierno y los 10 alcaldes del Valle de Aburrá buscan una estrategia conjunta para auxiliar a las víctimas. En Valle, 30 de los 42 municipios están en emergencia, incomunicados con las zonas rurales o con amplias zonas agrícolas destruidas. Atlántico tiene problemas en 10 municipios, especialmente de la zona costera, y en La Guajira ya van 16 muertos por el invierno. Riohacha, su capital, está inundada en 19 barrios, seis corregimientos y 18 comunidades indígenas.